Lone Fleming: «Los que han mandado en el cine español no han apreciado el terror»

Pablo Penedo Vázquez
pablo penedo VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

Martina Miser

La actriz danesa, referente del fantaterror español de los 70 y de vuelta al cine en la última década, también como guionista y directora, recibe hoy uno de los premios del Curtas Festival do Imaxinario de Vilagarcía de Arousa

29 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Escuchando a la danesa Lone Fleming (Aarhus, 1945) te encuentras con una de esas personas que, a poco que su historia llegue a oídos de algún guionista con buena mano, regalará un documental de éxito en cualquier plataforma de streaming. Tras abandonar los estudios adolescente sin saber entonces de su problema de dislexia, emprendió el vuelo, trabajando en hoteles de Francia e Inglaterra o en una mueblería en Barcelona. Fue antes de mudarse a Sacramento (EE.UU.) por amor, para no tardar en poner pies en polvorosa al descubrir que su pareja era alcohólica (también lo era el padre de Lone) y partir a España con 24 años buscando cumplir aquello que le había dicho a su madre: «Si tengo que ser actriz (su sueño) lo seré, no importa dónde. El destino lo dirá». Tras trabajar en fotonovelas, a partir de 1970 se hizo un hueco en el mundo del cine, convirtiéndose en poco más de diez años en un icono del fantaterror, subgénero de serie B de factura y sello made in Spain en los albores y primeros años de la Transición. Hoy Lone recibe uno de los premios del Curtas Festival do Imaxinario de Vilagarcía de Arousa

—Desembarcó en el cine alternando comedias, como «Vente para Alemania, Pepe», y películas de terror, dos géneros en las antípodas. Para alguien como usted que venía de las fotonovelas, un poco loco todo aquello, ¿no?

—Y wéstern también. Me encanta el wéstern. Sí, la comedia y el terror son géneros en las antípodas. A mí me encantaba la comedia, y nunca me gustó ver terror. Pero una vez que empecé a hacer terror, me encantó. En una película de terror puede pasar cualquier cosa, ¡vibra más! ¡Todo!, el ambiente, los efectos especiales, ¡que me chiflan! Aprendes mucho más en una película de terror que en una comedia, cuando observas.

—Dice que le chiflan los efectos especiales, ¿le habría gustado trabajar en los 70 y 80 con los efectos especiales de hoy?

—¡Sí! Y me hubiera encantado haber aprendido a hacerlos.

—En «La noche del terror ciego» (1972), su primera película en el género (y su mayor éxito y uno de sus pocos papeles de actriz principal) le tocó además una escena lésbica, una circunstancia ordinaria en nuestro cine hoy cuando la historia lo requiere pero ni mucho menos hace 50 años. ¿Cómo vivió entonces aquella experiencia? ¿Pensó que escenas como la suya podrían abrir camino para normalizar lo que ha tardado tanto en dejar de ser tabú?

—Yo entonces no pensé nada. Yo nunca había besado a una mujer. Se preparó toda la escena y Amando (de Ossorio, el director de la película) nos dice a las dos actrices ‘Bueno, a ver lo que se os ocurre, ¿eh?, que como yo nunca he sido lesbiana, no tengo ni idea. Le dije ‘Pero Amando, ¡yo tampoco!’. Y me contestó ‘Bueno, pero tenéis que inventároslo’. Le dije, ‘Vale. Vete a comprar una botella de vino y nos bebemos cada una la mitad. Nos bebimos cada una media botella de vino, e hicimos una escena preciosa. Muy bonita.

—El fantaterror en los 70 fue lo más cerca que el cine español estuvo de contar con una industria del género. ¿Qué faltó o falló para que aquello no despegase?

—Yo creo que no hubo ayudas suficientes. Muchas películas se podrían haber hecho mucho mejor si hubieran tenido más dinero. Pero estamos en lo mismo, es que hoy tampoco hay ayudas. Es que, mira... (silencio largo) La gente del cine español, los que mandan, no han apreciado el terror. Los que han mandado en el cine español no han apreciado el terror. Ahora se apoya un poco más.

—Y tras casi 20 años apartada de las cámaras, regresa en el 2012, y desde hace no mucho, escribiendo y dirigiendo sus propios cortos, uno de ellos, con su móvil. ¿Qué la llevó a las dos cosas?

—¡Uy! (Se lo piensa) Yo creo mucho en el universo. Vamos a decir que el universo me ha empujado a eso. Me gusta mucho más escribir, dirigir, producir que interpretar. Tenía que haberlo descubierto antes. Es mucho más acorde con mi carácter. Ahora estoy recopilando ideas para una película muy especial, de la que no puedo hablar.

—En sus alrededor de 60 trabajos en la gran pantalla apenas se cuentan sus papeles como actriz principal. Y sin embargo, el del Curtas no es el primer reconocimiento que recibe. ¿Qué huella cree que ha dejado en el cine?

—¡Eh…! Que no he parado. Y con ciertos años he vuelto a empezar. Ya tengo 77 y voy a seguir hasta que me muera. Y siempre surgen nuevas ideas. ¡Yo me siento francamente muy orgullosa y agradecida de recibir estos premios! Soy danesa, he trabajado en películas B, en pequeños papeles, y como yo digo siempre, un actor que trabaja en películas B siempre puede trabajar. Siempre y cuando no te llenes la cara de bótox.

Protagonista hoy en la jornada central del Curtas

Lone Fleming mantendrá esta tarde, desde las 18 horas, un encuentro con aficionados en la sala de conferencias del Auditorio de Vilagarcía. Lo hará justo después de la charla de Elena Merino y Salvador Larroca, con inicio a las 17 horas, y justo antes de la que protagonizará el todavía más afamado ilustrador británico Dave McKean, desde las 19. Citas que precederán a la gala de clausura del Curtas Festival do Imaxinario de Vilagarcía, desde las 21.30 horas, en la que Fleming y McKean recibirán sendos premios honoríficos del certamen entre el anuncio del fallo de las películas y cortometrajes ganadores de las secciones oficiales a concurso en el Curtas, proyectados a lo largo de diez días —mañana por la tarde se podrán ver aún los últimos trabajos en el Salón García—. Finalizada la entrega de premios, se proyectará la película «The Rocky Horror Picture Show», con un grupo teatral caracterizado como los personajes del film interactuando con el público.