Los estatutos de Zona Aberta impiden la integración de Ahituvi

Antonio Garrido Viñas
antonio garrido VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

MARTINA MISER

Rocío Louzán dice que nadie de la asociación de hosteleros se ha puesto en contacto con ellos

09 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La presidenta de Zona Aberta, Rocío Louzán, se declaraba ayer sorprendida ante la noticia que publicaba La Voz de Galicia en la que Ahituvi expresaba su intención de integrarse en la asociación de comerciantes como posible salida al laberinto en el que los hosteleros están inmersos. Sorprendida porque, dice, nadie de la asociación hostelera se ha puesto en contacto con ellos para expresarle esa posibilidad. Sí recuerda la presidenta de los comerciantes una conversación informal, pero hace ya varios años, en la que se comentó esa opción. Pero no fue más allá de esa charla, que era más una hipótesis que una posibilidad cierta.

En realidad, a día de hoy y aunque la dos partes estuvieran de acuerdo, la integración de Ahituvi en Zona Aberta sería imposible por la sencilla razón de que no lo permiten los estatutos. «Ponen claramente que somos una asociación de comerciantes», apunta Rocío Louzán. ¿Sería este un obstáculo insalvable? No, porque en realidad ese modelo, el de asociaciones en las que conviven hosteleros y comerciantes, ya existen, pero ese posible cambio llevaría su tiempo. «No podríamos hacerlo de manera inmediata», concluye Louzán.

Preguntar a los socios

Para empezar, la directiva de Zona Aberta tendría que sondear entre sus socios la opinión sobre esa posible integración de Ahituvi y sobre el obligado cambio de los estatutos de la sociedad que eso conllevaría. Y, a continuación, ponerse manos a la obra para definir cuál podría ser el modelo a seguir. Lo apuntaba el propio Félix Acuña en la edición de ayer de La Voz. En Ahituvi ni siquiera tienen claro cuál podría ser sin ponerse en contacto antes las dos organizaciones: «Antes de consultar a Zona Aberta no tendría sentido hablar de cómo se llevaría a cabo, si a través de una vicepresidencia para la hostelería, una sección de hostelería dentro de la asociación, una absorción o una forma distinta. Sencillamente, porque podrían decirnos que no», razonaba el portavoz de Ahituvi. Y ahí está otra de las claves, que todavía, al menos hasta ayer a media mañana, nadie de la asociación de hostelería se había puesto en contacto con la de comerciantes.

Lo cierto es que la asociación de hosteleros está en una situación muy complicada. Sin presidente tras la dimisión de Félix Acuña en febrero de este año, y sin nadie que parezca dispuesto a coger el relevo en un momento difícil, con asuntos como el cierre de locales nocturnos en plena ebullición y con el cambio en la ordenanza de terrazas como otro frente que se puede abrir con el gobierno local.

Gran labor durante años

Rocío Louzán, desde luego, entiende perfectamente que en Ahituvi se contemple la posibilidad de integrarse en Zona Aberta como una solución. «Tenemos una gran infraestructura y una labor comercial realizada durante años que da sus frutos», apunta la presidenta de los comerciantes de Vilagarcía, que subraya que esa posible unión con los hosteleros supondría, indudablemente, un incremento en la capacidad de presión o influencia de una asociación que de esa forma se acercaría a los doscientos integrantes, pero en el apartado económico, en cuanto a la llegada de posibles subvenciones, no depararía ningún cambio sustancial.

En cualquier caso, todo queda pendiente de esa posible reunión que mencionaba Félix Acuña en las páginas de La Voz entre las dos partes para poder a partir de entonces dibujar una hora de ruta para la integración de Ahituvi o, directamente, para que los hosteleros busquen una nueva fórmula para encontrar una solución a su indefinición.

El pequeño comercio, también ahogado por los costes, confía en el verano para poder recuperarse

 

 

Como todos los demás, el pequeño comercio también está notando sobremanera el aumento de los costes. Y como casi todos, la bofetada llega justo después de la pandemia, que mandó a la lona a muchos autónomos y que dejó grogui a prácticamente todos los demás. «Ahí vamos, está lenta la cosa», destaca Rocío Louzán, que no muestra demasiado optimismo ante la situación que atraviesa el sector. «No ves síntomas de que la cosa vaya a mejorar», subraya.

Los costes del transporte, que han subido de manera desorbitada, están ahogando al sector. «Tienen que hacer algo, porque esto es inasumible», clama la presidenta de Zona Aberta, que invita a quien lo desee a que se dé un paseo por las calles de cualquier ciudad para que comprueba la cruda realidad del panorama. «Hay muchísimos comercios que han cerrado», apunta.

Turismo familiar

Louzán también destaca que no les queda otra que aguantar y, como muchos de sus compañeros, se agarra al clavo ardiendo que supone la llegada del verano. Con muy buenas perspectivas de afluencia de turistas, el pequeño comercio confía en ellos para intentar reponerse de unos meses complicados. «El turismo que suele venir a Vilagarcía es básicamente familiar y solemos funcionar bastante bien durante el verano», explica, aunque reconoce que, pese a que las ventas crezcan durante los meses de estío, el panorama que tiene por delante el pequeño comercio es desalentador si la dinámica actual se mantiene. «Es muy complicado», concluye la presidenta de la asociación de comerciantes.