Casi doce horas para un traslado en ambulancia desde Montecelo a Vilagarcía

Rosa Estévez
rosa estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

MONICA IRAGO

La coincidencia de un gran número de servicios con pacientes covid provocó esperas eternas como la denunciada por una familia arousana

24 ene 2022 . Actualizado a las 20:41 h.

Dolores tiene 78 años. Hace unos días se contagió de covid y las complicaciones de salud que la acompañan hicieron que fuese trasladada al Hospital Montecelo para poder recibir la atención debida. Este jueves, el neumólogo que la estaba atendiendo llamó a su familia, que reside en Vilagarcía. Les explicó que Dolores ya estaba estabilizada. Y que habían decidido enviarla a casa: aún seguía siendo positivo en covid, aún no se había recuperado de todo de la neumonía que arrastraba, pero como ella tiene demencia y necesitaba una vigilancia estrecha, habían considerado adecuado devolverla a su hogar, donde además se iba a encontrar más orientada y cómoda. Eran la una menos diez de la tarde cuando comunicaron a su hija que la mujer iba abandonar el hospital. Pero Dolores no llegó a su casa en la capital arousana hasta bien pasadas las doce de la noche. Llegó en una ambulancia con una única persona acompañándola —además, obviamente, del conductor— y con sus objetos personales metidos en una bolsa que llevaba atada sobre las piernas.

«Cuando llegó no paraba de decirme que le quitase la maleta de los pies», comenta Karina, su hija, que está preparando una reclamación que presentará en Montecelo al considerar que el trato recibido por su madre «no es de recibo». «Que la manden para casa en esas condiciones, lo puedo entender. La situación está complicada y es cierto que una persona con demencia necesita a alguien muy pendiente de ella. Así que asumimos que se viniese a casa, aunque para mí no es sencillo». Sus padres viven solos y ella arrastra sus propios problemas de salud, que contraindican el contacto con personas enfermas de covid. «Pero lo asumimos». Lo que no son capaces de tragar en su familia es que «nos digan a la una menos diez de la tarde que mandan a mi madre para casa y que, al final, la saquen a medianoche de su habitación. Con neumonía, con el frío que hacía, con lo desorientada que ella estaba, pobrecita».

Karina quiere aclarar que el malestar de su familia no es con el personal que realizó el transporte. «Todo lo contrario. La chica que vino con ella era amabilísima. Fíjate que hasta mi madre le decía a mi padre que le diese una propina, que había sido encantadora», relata. El malestar de esta familia de Vilagarcía se dirige a quienes han propiciado esta situación «al no destinar los medios que sean necesarios» a la sanidad. «No es ya por la larga espera, que también. Es porque si ese día yo no llego a acercarme a casa de mis padres y espero en el portal, a mi madre la hubiese tenido que bajar esa chica sola, porque mi padre está confinado con el covid. No consigo imaginarme cómo iba a poder bajar la camilla y pasarla a la silla de ruedas sin ayuda», relata la hija de Dolores.

Desde la empresa concesionaria del servicio de ambulancias en el área sanitaria de Pontevedra-O Salnés explicaban que el jueves se produjo una gran cantidad de servicios con pacientes positivos en covid, «lo que implicó que cada uno de ellos necesitase una ambulancia individual y técnicos para su realización». «Concretamente, se gestionaron altas covid positivas con varios destinos: Vigo, Lourizán, Vilagarcía, Ponte Caldelas, O Grove, Ribadumia...», señalan desde la firma concesionaria del servicio, desde donde indican además que se reforzó la prestación del mismo con una ambulancia específica para covid. Pero incluso así, sentencian, fue «materialmente imposible recortar los tiempos de espera».

En el caso de Dolores, dicen desde la empresa de ambulancias, «el hospital notificó a la familia poco antes de las 13 horas que le iban a dar el alta, pero hasta más tarde no llegó la orden administrativa de traslado», lo que empezó a sumar tiempo de más. La firma «lamenta enormemente las molestias ocasionadas tanto a la paciente como a sus familiares, pero en el contexto de pandemia en el que nos encontramos, no se pudo agilizar más».