Cotilla, el temible lanzamisiles de 35 metros en la armería del Arousa

Pablo Penedo Vázquez
PABLO PENEDO VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

MONICA IRAGO

El lateral izquierdo suma cuatro golazos muy parecidos con la camiseta arlequinada

14 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Caminaba el domingo el Arousa por la cuerda floja, con el local Portilla anulando en el minuto 59 el tempranero gol en propia puerta de su compañero Juáncar, cuando el conjunto arlequinado sacó a pasear la pieza mayor de su artillería pesada. La pierna zurda de Cotilla, tan poco pródiga a la hora de retirar su funda como efectiva cuando se propone derribar por sorpresa cualquier fortaleza rival que presente una grieta en su estructura, firmó la cuarta muesca en el contador del lateral izquierdo vigués, con un potente disparo cruzado a 35 metros de la portería del Móstoles que se coló por la escuadra izquierda del marco defendido por Tejero. Era el minuto 76 de un partido que ya no vería moverse más el marcador, y en el que al conjunto vilagarciano le bastó con su particular lanzamisiles para llevarse los tres puntos con solo dos disparos entre los tres palos tras hora y media de contienda.

«Un par de xogadas antes xa aparecera polo carril do interior e non me saíran ao paso. Cando vin que tampouco o facían desta vez, orientei o balón, dinlle un toque cara adiante e carguei a perna para un tiro forte e cruzado». Así recordaba ayer Cotilla su tanto, digno de la moviola de cualquier informativo televisivo. Y a grandes rasgos, así reproduce el grueso de los otros tres goles en su haber desde su desembarco en el vestuario de A Lomba en el verano del 2019. En el caso de los que les endosó en su primera campaña como jugador arlequinado al Somozas, a domicilio, y al Alondras, en el campo prestado por el Céltiga, con la diferencia de golpear el cuero unos cinco metros más adelante; ayudado en A Illa por el efecto extraño que el viento le dio al balón en su disparo. La temporada pasada, contra el Barco, Cotilla tiró de misil de media distancia: «Entrei por dentro, recortei e mandei unha vaselina ao borde da área», rememora.

El vigués no esconde su enorme satisfacción por su última obra maestra sobre el lienzo verde. En primer término, por su alcance colectivo, en tanto «viñamos de partidos perdidos nos que merecemos a vitoria e conseguimos gañar co meu gol». Y a partir de ahí, por algo que a más de uno en su lugar podría incomodar, pero que él vive como un premio: «Cando marcas un gol así todo son vaciles, que se quixen pasar a un dianteiro, que se fallo nun adestramento me digan ‘¡Que, non todos os días son festa!»... E así unha ou dúas semanas. Sempre é bonito que os compañeiros te vacilen e tamén co faga xente que te coñece polas redes sociais», cuenta Cotilla.

La falta de gol de la zaga

Con su gol triunfal al Móstoles, el lateral izquierdo vigués se convirtió en el séptimo jugador del Arousa en marcar en la Segunda División R.F.E.F. y en el primer defensa del equipo en hacerlo tras quince jornadas de Liga. Sobre este último particular, Cotilla reconoce que, en estos tiempos, el fútbol exige de los zagueros mayor aportación goleadora. En el caso que le ocupa, recuerda cómo «cando eu comecei aos laterais case que pasabas do medio do campo e che esixían que pasaras o balón. Agora aos laterais esíxesenos que xoguemos máis arriba, que esteamos máis preto da área». Que él haya sido el primer y único defensa del Arousa en marcar hasta hoy, cuando la temporada pasada, en Tercera, recuerda al menos media docena de goles de estrategia, obedecería a que en la Segunda R.F.E.F. «as marcas son máis intensas».

Claro que en el caso de Cotilla, su impacto en la cuenta goleadora del Arousa va más allá del tanto de Móstoles. Suyas son también las asistencias que Julio Rey transformó en sus dos dianas este curso.

El único del plantel en jugarlo todo

En sus dos primeras temporadas con la camiseta arlequinada, con Rafa Sáez de entrenador, Cotilla recuerda haberlo jugado todo a excepción de uno o dos partidos la campaña pasada, mermado por unas molestias musculares. Este curso, con Jorge Otero al frente del banquillo, el lateral vigués es el único de los 20 futbolistas del equipo que ha disputado todos los minutos de la Liga hasta el momento. Una confianza, la del técnico del Arousa, a la que Cotilla da «moito valor. A min», señala, «dáme confianza no meu xogo, confianza no que fago. É como cando che fan un exame e sacas nota».

Javi Fontán, por sanción, se suma al largo parte de bajas

El Arousa jugará este domingo su último partido oficial del 2021. En el estadio municipal de A Lomba, enfrentándose desde las cinco de la tarde al Leganés B, sexto clasificado del grupo, que visitará Vilagarcía con afán de cerrar el año en plaza de promoción de ascenso. Una zona noble que en este momento cierra el Real Avilés con 23 puntos, solo uno más que el próximo rival arlequinado.

Los de Jorge Otero, por su parte, están a tiro de victoria del Real Avilés, décimos con 20 puntos. El premio resulta sin duda una motivación extra de cara a un parón navideño que dará paso, el 9 de enero, a la disputa de la decimoséptima y última jornada de la primera vuelta de Liga de la Segunda R.F.E.F. El principal problema de partida para el Arousa es el extenso parte de bajas con el que ayer comenzaba su semana de preparación del partido.

Desde el club arlequinado se confirmó que ninguno de los futbolistas ausentes por lesión en la última convocatoria logrará recuperarse a tiempo para el último partido del año. Más allá de los convalecientes de larga duración, Álex Cobo y Róber, ni Campillo ni Porrúa estarán disponibles para alinearse frente al Leganés B. Un rival con el que tampoco podrá jugar Javi Fontán, que se suma al parte de ausencias por acumulación de amonestaciones, dejando huérfano un lateral derecho sin recambio específico en la plantilla. La única buena noticia, la previsible recuperación de Álvaro Denis, baja por gastroenteritis en Móstoles. Jorge Otero, de nuevo, con solo 15 hombres del primer equipo para su lista de 18.