Masa rica, cebolla y el secreto del pequeño bocado

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

Martina Miser

A Despensa arrasa en Vilagarcía con sus empanadas y empanadillas elaboradas de forma artesanal

04 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Basta traspasar el umbral de A Despensa para comprobar que aquí se trabaja en serio. Es lo mismo que sean las nueve de la mañana que las tres de la tarde, al borde ya de la conclusión de la jornada. Que uno haya almorzado una ración de callos o llegue hasta aquí en ayunas. El aroma le abre el apetito a cualquiera en cualquier momento. Las hermanas Clara y Eva Arines cogieron las riendas del negocio, ubicado en el corazón de Vilagarcía de Arousa, hace seis años. Antes, funcionaba ya aquí una panadería, pero su especialidad se orientaba hacia las tartas, las galletas y las obleas. Ahora, lo que arrasa en A Despensa son las empanadas y, sobre todo, unas empanadillas que se han convertido en el símbolo de la casa y seducen por igual a grandes y pequeños, a habitantes de la ciudad y a forasteros. «Un día como hoy —explica Clara— podemos hacer más de cuatrocientas empanadillas». «En verano de seiscientas parra arriba», añade su hermana.

El día al que se refieren las jóvenes panaderas arousanas es el miércoles, que desde luego no es malo para dejarse caer por su obrador. Es el día de la empanadilla, lo que se traduce en una oferta de dos piezas por 1,90 euros, a la que resulta muy complicado resistirse. Estos pequeños bocados se preparan rellenos de atún, carne, pollo, zorza, bacalao, jamón y queso o espinacas con queso, entre otros sabores que sus primas mayores, las empanadas, completan con mejillones, xoubas y unas zamburiñas que parecen susurrar desde el interior de la zaragallada para invitarte a hincarles el diente.

Es sencillo hacer una empanada. Lo que no resulta fácil es hacerla sabrosa hasta el punto de que la gente guarde cola en la puerta para probarla. En este día siempre feliz de la empanadilla, la gente que espera su turno cruza la calle Arcebispo Andrade.

Nada de producto industrial

Preguntarles a sus dos artífices por la receta sería un atrevimiento, así que nos contentaremos con sondear en qué consiste el secreto de las preparaciones de A Despensa. Así, a bote pronto, uno diría que la calidad de los mejillones o del bacalao, y, por supuesto, de la masa. La respuesta de Clara sorprenderá a más de uno: «Para mí, el secreto está en la cebolla. Se pela y se pica a mano, nada de tirar de producto industrial, y eso se nota». La verdad es que el sabor de la cebolla está perfectamente integrado con los del resto de los ingredientes, así que debe llevar razón.

La masa, claro está, también desempeña un papel importante en la consecución de este redondo resultado. «Sí que está muy rica, hay gente que incluso viene a comprar la masa para hacer en casa unas pizzas o cualquier otra cosa». Hasta cuarenta masas diarias pueden llegar a elaborar en verano las cinco integrantes del equipo de las hermanas Arines. Ojo, porque eso supone un volumen de cuarenta kilogramos de harina al día, así que el encarecimiento del cereal puede constituir un verdadero problema.

En cualquier caso, esta masa sobresaliente se trabaja en el obrador a diario de forma completamente artesanal. La única concesión a la maquinaria, más allá del horno, es una pequeña amasadora que mezcla los ingredientes perfectamente y facilita la tarea. A partir de ahí, se recorta, se estira y se rellena a mano, una por una. Imaginen lo que eso puede significar cuando uno tiene que sacar adelante cuatrocientas empanadillas en cinco o seis horas. «Es que no hay mejor gimnasio que el estiramiento de empanadillas», advierte Eva, rodillo en mano. Bromas con estos amasados, las justas.

Pequeño tratado de sociología

Tan buenas son estas empanadillas, que incluso permiten categorizar a sus muchos comensales por sus sabores favoritos. «Las de jamón y queso y las de atún les gustan mucho a los cativos; las empanadas de bacalao y atún son las que más se venden entre la gente de aquí; y en verano la de zamburiñas es la que mejor tira entre la de fuera».