Demasiado castigo para el Arousa en un partido con poco brillo (2-1)

Nieves D. Amil
nieves d. amil PONTEVEDRA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

Martina Miser

Un penalti en la primera parte permitió adelantarse a los arousanos con el tanto de Pedro Beda

10 oct 2021 . Actualizado a las 20:43 h.

El Arousa llegaba al campo del líder con la necesidad de ganar y volver a ofrecer esa imagen de los dos primeros partidos de liga. Además, tenían el deber moral de brindar un triunfo a su entrenador, Jorge Otero, que viajó en el último momento después de perder a su madre el día anterior.

Saltaron los dos equipos al terreno del Vicente del Bosque con cautela, midiendo cada paso, reconociéndose y sobre todo, sin generar peligro. Apenas hicieron trabajar bajo palos a Manu Táboas y a Cristian Parras, que veían como el juego se disputaba en tres cuartos de campo sin llegar con opciones a su territorio. Ambos equipos estaban muy alejados de su mejor versión, quizás una falta cerca del área fue la primera gran ocasión de los locales, que obligó a Manu Táboas a estirarse para ver como el balón se escapaba por encima del larguero.

Tal y como se estaba desarrollando el juego, no sorprendió que la primera oportunidad para el Arousa llegase tras la pena máxima. Pedro Beda anotó el desde los once metros y adelantaba a los arlequinados, que quisieron ir al banquillo para celebrarlo con Jorge Otero. A solo diez minutos del descanso, el Arousa daba un gran paso de tranquilidad en casa del líder. Pero pronto llegó la réplica del Adarve con un balón dividido que el capitán logra colar en la meta arousana tras un rechace de Táboas. Dani Ramos devolvió las tablas al electrónico antes de encaminarse al túnel de vestuarios.

El partido regresó del descanso con la misma cadencia de juego, pero con más riesgo por parte de ambos. Tanto es así, que en una jugada embarullada de la que parecía que nada se podía sacar en claro, llegó Portero para batir la portería arlequinada, que pese a ver por donde se encaminaba el balón, no consiguió llegar. Fue un especie de punto de inflexión que aceleró las opciones de los locales que empezaron a llegar con más peligro a la meta rival. Poco había ya que hacer con un Arousa que se sentía algo desubicado sobre el terreno de juego y tuvo la ocasión más clara de esta segunda parte cuando Nuño lanzó al larguero e intentó el rechace sin éxito.

La necesidad de los de Jorge Otero en los últimos minutos de juego dejó varias acciones a balón parado que fueron las únicas ocasiones que tuvieron los arousanos. La última fue ya en el tiempo de descuento, con un saque que se fue por lo alto enterrando las opciones del Arousa. Los tres puntos se quedaron en casa del líder, que no hizo grandes logros, pero logró materializar las escasas opciones.

Jorge Otero: «Sabíamos cuáles eran sus virtudes y supimos controlarlo»

Al término de partido, el técnico del Arousa, Jorge Otero, agradeció el gesto de sus hombres al marcar. Los jugadores arlequinados, encabezados por el autor del tanto, Pedro Beda, acudieron al banquillo a abrazar al míster, que finalmente viajó a Madrid pese a haber perdido a su madre el día anterior. «Les estoy agradecido porque vinieron allí cuando marcaron, eso demuestra que cuando hay un problema en el grupo, estamos para sumar. Estoy orgullosos de ser su entrenador y de estar ahí», explicó el míster, que no solo alabó la calidad humana de los suyos, sino que también resaltó el trabajo sobre el terreno de juego. «Sabíamos a qué equipo nos íbamos a enfrentar y cuáles eran sus virtudes. Durante mucho tiempo supimos controlar, por momentos jugamos mucho en campo rival, tuvimos llegadas, no muy claras, pero sí las suficiente como para irnos con cero puntos», explicó Jorge Otero.

El entrenador del Arousa reconoce que están haciendo un juego que no se corresponde con los resultados. «Hacemos más cosas bien que mal», comentó el técnico, quien recalcó que este domingo igual faltó algo de concentración individual en momentos puntuales. Sobre el empate antes del descaso advirtió: «Tenemos que ser más contundentes en ese aspecto porque son fuertes a balón parado. Si marcamos al hombre, ese no puede rematar solo, eso fue una inyección de adrenalina importante al irse 1-1 al descanso».