Un millar de pasajeros llegan a Vilagarcía en crucero

Serxio González Souto
s. gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

Martina Miser

El puerto recibió una doble escala tras dos años de sequía en este particular tráfico de buques

03 oct 2021 . Actualizado a las 04:47 h.

Aunque nunca se ha potenciado a fondo, subyace en el tráfico de cruceros un potencial nada despreciable para su aprovechamiento turístico desde Vilagarcía. Hacía ya dos años que ningún buque de estas características hacía escala en el puerto arousano. Esta sequía se rompió ayer con la arribada, en una sola jornada, de dos barcos que trajeron a bordo a un millar de pasajeros. Sumados a la tripulación, el número de visitantes que durante unas horas permanecieron en la ciudad ascendió a 2.400 personas.

El Bolette es un buque cuya bandera pertenece a las Bahamas. Dispone de 237 metros de eslora y está operado por la compañía Fred Olsen. En él viajan 480 cruceristas, en su mayor parte de nacionalidad británica. El buque alcanzó Vilagarcía desde Motril y su siguiente escala es el puerto inglés de Dover. Atracó en Ferrazo Norte bajo la consigna de García Reboredo Hermanos.

Por su parte, el Marina hizo su entrada en el puerto a las diez de la mañana, concretamente en el muelle de Comboa, procedente de Gijón. Entre sus 477 pasajeros predomina la ciudadanía estadounidense, y su siguiente visita es la plaza portuguesa de Leixoes. Perteneciente a la firma Oceania Cruises, tiene bandera de las islas Marshall y 239 metros de eslora. Su consignataria en Vilagarcía fue PJ Carrasco.

Dos metopas de bienvenida

En ambos casos se trataba de su primera escala en la capital arousana, razón por la que el presidente de la Autoridad Portuaria, José Manuel Cores Tourís, intercambió con sus capitanes unas metopas de buen protocolo.

Cierto es que, mientras no se adecúe el muelle de O Ramal para estos menesteres, no son Ferrazo ni Comboa los emplazamientos idóneos desde los que invitar a una visita a la ciudad. Pero las oportunidades están para ser aprovechadas. Una parte de los cruceristas se sumaron a algunas de las excursiones programadas por la comarca, Pontevedra o Santiago. Para los restantes se estableció un servicio de lanzadera gratuito para facilitar sus desplazamientos hacia el centro. El mal tiempo acortó, eso sí, su estancia.