La urbanización de Villa Güimil conlleva la exigencia de rehabilitar la mansión que sobrevive en ruinas
VILAGARCÍA DE AROUSA
Quien asuma la conclusión del proyecto tendrá que rematar el edificio inacabado y podrá construir otros dos bloques
24 sep 2021 . Actualizado a las 20:49 h.Anunciada desde hace semanas en su web, Aelca, una inmobiliaria con sede en Madrid, debe concretar todavía su intención de concluir la inacabada urbanización del entorno de Villa Güimil, la que en su día fue la mayor promoción de Vilagarcía de Arousa y nunca llegó a completarse. La iniciativa no constituye únicamente un paso más dentro del proceso de reactivación del sector en la capital arousana. Ni por su ubicación, a un paso de la playa de A Concha, ni por las condiciones en las que se tendrá que efectuar el desarrollo, cuyos promotores originales, acuciados por el estallido de la burbuja del ladrillo, dejaron atrás una notable serie de compromisos incumplidos. Quien se haga cargo de las obras tendrá que llevarlos a cabo.
La relación de asignaturas pendientes comienza por la mansión que daba nombre a la antigua propiedad. De acuerdo con las condiciones pactadas hace catorce años, esta edificación tendrá que ser rehabilitada. Habida cuenta de que se trata de un edificio catalogado y protegido, por mucho que apenas sobrevivan sus muros y su contexto urbanístico se haya perdido por completo, los promotores tendrán que redactar un proyecto que debe ser autorizado por Patrimonio.
De los tres bloques de viviendas que en un principio se iban a levantar, en realidad solo llegaron a construirse tres, cada uno obra de un promotor distinto. El cuarto inmueble apenas es un esqueleto, formado por columnas y forjados. Quien apueste por completar el desarrollo tendrá que concluir este edificio incipiente.
Las cargas no se agotan en ambos puntos, puesto que el garaje subterráneo que fue cedido al Concello, el mismo en el que funciona el depósito de la grúa municipal, permanece también inacabado. Los compromisos se extienden al acondicionamiento de la plazoleta de la capilla de San José y de otra plaza entre los dos nuevos edificios que, a cambio de todo ello, podrán ser construidos.