La Xunta aplaza el plan para crear un centro integrado de FP en Vilagarcía

Rosa Estévez
rosa estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

MONICA IRAGO

La propuesta, que implicaba al Bouza Brey y al Cotarelo, generó polémica

13 sep 2021 . Actualizado a las 21:12 h.

La noticia saltó a la arena pública en febrero de este año: la Xunta estaba analizando la posibilidad de convertir el IES Fermín Bouza Brey en un centro integrado de formación profesional (CIFP). La puesta en marcha de unas instalaciones de este calado supondría, insistía ayer el conselleiro de Educación, Román Rodríguez, una gran noticia para la capital arousana y para toda la comarca, ya que permitiría ampliar la oferta formativa y hacerlo, además, en unas instalaciones adaptadas y diseñadas para ello. Sin embargo, el anuncio fue acogido con frialdad, cuando no con franca hostilidad, por las dos comunidades educativas afectadas por un proyecto del que no tenían noticia. Una, la del Bouza Brey. La otra, la del Cotarelo Valledor. «Vistas as reticencias que xerou o proxecto, decidimos non priorizar esta actuación, o que non quere dicir que non se vaia a facer. Pero non será a curto prazo», señaló Román Rodríguez. Entiende el conselleiro que iniciativas como esta «non se poden facer dende a imposición», y por esa razón su gabinete considera adecuado aparcar la propuesta, madurarla y consensuarla con todas las partes afectadas.

Ese diálogo puede resultar fundamental en el diseño del proyecto del CIFP de Vilagarcía. Tal y como estaba planteado, su puesta en marcha iba a alterar la vida en dos de los institutos de la capital arousana, el Bouza Brey y el Cotarelo Valledor. El primero es un instituto muy vinculado al barrio de O Piñeiriño y al que buena parte del estudiantado llega caminando, sin tener que hacer uso del transporte escolar. En este centro se cursa tanto la ESO, como el Bachillerato y diversos ciclos de FP. Estos últimos se quedarían en el CIFP, pero aún así habría que hacer hueco a los alrededor de 300 estudiantes de educación secundaria y de bachiller. Y ese hueco deberían encontrarlo, según el plan inicial esbozado por la Xunta, en el Cotarelo Valledor, en Sobradelo.

El trasvase del alumnado y la ruptura del cordón umbilical que une al instituto de Fontecarmoa con el barrio de As Pistas fue uno de los problemas que se pusieron sobre la mesa en cuanto la propuesta de la Xunta se formuló en público.

Pero había más inconvenientes, en este caso de carácter estrictamente educativo. Y es que, tal y como señalaban entonces algunos de los docentes consultados, la puesta en marcha de un CIFP es mucho más que cambiar unas aulas de sitio: exige un proyecto que permita crear una oferta de formación profesional acorde a las necesidades de la comarca en la que se va a asentar y a la realidad del mercado laboral. Y esa reflexión, explicaban entonces los profesores consultados, no se había realizado. Tal vez el camino, ahora, se empiece a andar desde ese punto.