Multa de 300 euros, aviso de cierre de A Lomba y Ross apuntado para la final de Vilagarcía

Pablo Penedo Vázquez
Pablo Penedo VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

Martina Miser

El presidente del Arousa, Manolo Abalo, vuelve a cargar contra el árbitro. Javi Otero, sancionado, se pierde el partido decisivo frente al Somozas

15 jun 2021 . Actualizado a las 20:16 h.

El acta de sanciones del Juez Único de Competición del grupo gallego de la Tercera ha dejado en la tarde de este martes noticias de cariz diametralmente opuesto en lo que concierne al Arousa. En el apartado positivo, la retirada de la segunda cartulina amarilla que, en el minuto 69 del partido del pasado sábado frente al Estradense, le costaba la expulsión a Ross, iniciando un tumultuoso segundo tramo de semifinal marcado por la actuación del colegiado vigués Gabriel Quintairos. El Juez Único determinó «dejar sin efectos disciplinarios» la mencionada amonestación mostrada «por disputar el balón a un adversario con el pie en alto, golpeándole de forma temeraria» en estimación del árbitro, toda vez que «a la vista de la prueba videográfica aportada por el club se evidencia de manera manifiesta un error material en la apreciación de la supuesta infracción descrita en el acta arbitral». Así pues, Rafa Sáez podrá disponer de uno de sus puntales en el centro de la zaga arlequinada en la final del domingo frente al Somozas. No así de Javi Otero, tras decidir la directiva del Arousa no recurrir ninguna de las tarjetas que le costaron la roja en el arranque de la segunda parte de la prórroga con el Estradense. El extremo se convierte así en la segunda baja confirmada en las filas vilagarcianas, junto al lesionado Róber.

La cruz estampada por el Juez Único de Competición se concreta en una multa de 300 euros y apercibimiento de clausura de A Lomba «por alteración del encuentro de carácter grave y por el reiterado lanzamiento de varios balones desde la grada en distintos momentos del partido, y por los hechos recogidos en el apartado ‘Público' del acta arbitral, cometidos por aficionados identificados inequívocamente como seguidores del club locatario y su acceso al terreno de juego a la finalización del partido». Acciones ante las que la directiva del Arousa presentó alegaciones, fundamentadas entre otras cuestiones en la prohibición por parte del árbitro del uso de la megafonía del campo a partir de la segunda parte. El Juez Único de Competición las desestimó.

El presidente del Arousa, Manolo Abalo, se refirió poco después de conocer las decisiones del Juez Único de Competición a este último capítulo volviendo a cargar contra el colegiado vigués Gabriel Quintairos: «A min gustaríame que o árbitro non arbitrara máis. Sabemos como funciona a arbitraxe. Os árbitros teñen unha autoridade sobredimensionada. Pero hai que asumilo».