Renfe deja a Vilagarcía fuera del nuevo tren directo que unirá Vigo y Madrid sin parar en Santiago

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

Hace apenas unos días, Caballero exigió al presidente de Renfe tres frecuencias diarias entre Vigo y Madrid sin transbordo en Santiago
Hace apenas unos días, Caballero exigió al presidente de Renfe tres frecuencias diarias entre Vigo y Madrid sin transbordo en Santiago Oscar Vázquez

El servicio se activará el lunes 14 de junio y empleará el baipás de Conxo para evitar la escala en la estación compostelana

02 jun 2021 . Actualizado a las 17:31 h.

Renfe continúa escribiendo con renglones equívocos su relación con el sur de Galicia. Particularmente por lo que respecta a las Rías Baixas. El 27 de octubre, cuando la segunda ola de la pandemia anunciaba su llegada, la capital arousana recuperó la escala directa en el tren a Madrid que había perdido en 1958. Los chavales que veían circular aquel convoy se habrán jubilado, en el mejor de los casos.

Ocho meses después, el operador ferroviario pondrá en marcha un nuevo servicio, que unirá Vigo con la capital. Lo hará siguiendo el mismo recorrido que el Alvia tiene en marcha desde octubre, pero con dos diferencias palpables desde una perspectiva funcional: en lugar de detenerse en Santiago, empleará el baipás de Conxo para evitar la estación compostelana y, aunque pasará por aquí, no hará parada en Vilagarcía.

El nuevo ferrocarril también será un Alvia. Un servicio diario de ida y otro de vuelta, a partir del lunes 14 de junio, con un horario más amable que el que cubre el tren que sí se detiene en la capital arousana, ya que partirá de Urzaiz a las nueve menos cinco de la mañana para alcanzar la estación de Chamartín a las dos y cinco de la tarde. El viaje de regreso saldrá de Madrid a las cinco menos cuarto de la tarde y arribará a Vigo a las diez menos cinco de la noche. Los billetes ya están a la venta y pueden consultarse en la web de Renfe.

Esta decisión llega apenas unos días después de la visita de Isaías Táboas a las obras de la estación del AVE en Vigo. Entonces, el alcalde de la ciudad, Abel Caballero, requirió al presidente de Renfe la activación de tres frecuencias directas a Madrid sin transbordos en Compostela, algo que el regidor socialista consideraba una «humillación» para los pasajeros procedentes del sur. Si esa escala en Santiago es una humillación para Vigo, habrá que ver qué calificación le otorga Vilagarcía al hecho de que el ferrocarril pase delante de sus mismas narices sin detenerse, pese a que el establecimiento de una escala en Arousa apenas añadiría cuatro minutos a un viaje cuya duración supera las cinco horas.

Este último paso de Renfe tiene la dudosa virtud de mantener un sinsentido y abrir un nefasto precedente. No se comprende que el ferrocarril de las seis de la mañana, el que sí hace escala en la capital arousana, siga partiendo de Pontevedra en lugar de hacerlo desde Urzaiz, para ofrecer a los viajeros de Vigo una frecuencia más. En cuanto a ese mal pálpito, apunta al futuro que le aguarda a una virtual parada en Vilagarcía en cuanto el camino de la alta velocidad hacia Madrid quede despejado. Si la ciudad se cae de este servicio, qué le puede esperar en el trayecto definitivo del AVE a la capital.