Arousa vive con moderación el fin del estado de alarma

La Voz VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

MONICA IRAGO

Algunos grupos alargaron la primera noche sin toque de queda, pero las policías locales de O Salnés no han registrado ninguna incidencia

09 may 2021 . Actualizado a las 17:52 h.

De repente, todos entendimos la frustración de Cenicienta, que a las doce en punto de la noche tenía que estar en casa. Vivir con un toque de queda limitando nuestros horarios y una larga lista de limitaciones, llegó a generar la llamada fatiga pandémica, un hartazgo cada vez más difícil de disimular por mucho que todos sepamos que eran sacrificios necesarios para vencer al covid-19. Por eso, el fin del estado de alarma era esperado con ansia por unos, con inquietud por otros. Y ambos sentimientos están íntimamente relacionados: las ganas de romper horarios y reconquistar la calle choca, o parece chocar al menos, con la prudencia que no debemos dejar aún de lado. Sin embargo, la noche del fin del toque de queda fue de lo más relajada en Arousa. Al menos, así lo afirman las policías locales, que no tenían constancia ni de grandes fiestas, ni de grandes botellones, ni aglomeraciones sin sentido como las vistas en algunas ciudades.

En virtud del nuevo escenario y las nuevas normas, las terrazas de bares y cafeterías estuvieron abiertas anoche hasta las once. Restaurantes y establecimientos de cenas, hasta la una. La rumorología popular aseguraba que, a partir de esas horas, grupos de amigos iban a aprovechar para reunirse en espacios abiertos como el que ofrece la playa de Vilagarcía, para celebrar. Si lo hicieron pocas huellas dejaron de su paso: quizás las previsiones de lluvia enfriaron los planes.

Sea como fuere, los servicios de limpieza de la capital arousana peinaron esta mañana, a primera hora, las calles de la localidad y no encontraron en ellas rastro de juergas nocturnas. En el paseo del puerto deportivo aparecieron algunas botellas y vasos; y en la zona verde de la TIR, un joven se afanaba desde las ocho de la mañana en retirar los restos que habían quedado por la noche: de nuevo botellas, vasos, y muchos envoltorios de un restaurante de comida rápida.