El discreto encanto de las inversiones que no se ven, pero sí se notan

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

Martina Miser

Vilagarcía extiende el alcantarillado al último núcleo importante que carecía de un servicio básico gracias a una inversión de 112.000 euros y a la presión vecinal

18 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Como en cualquier otro factor humano, existen facetas en la gestión pública que solo se hacen notar cuando fallan. Todo el mundo puede percibir los beneficios de una peatonalización inteligente, de un parque infantil bien cuidado o de un asfaltado practicado a tiempo. Son cosas que gustan a los grandes, a los pequeños y a los políticos en ejercicio, que fácilmente exprimen este tipo de proyectos en clave electoral. Meter dinero en las tripas de una ciudad, en cambio, no luce demasiado de buenas a primeras. El esfuerzo o la falta de preocupación en esta materia solo saldrán a la luz cuando un vertido apeste el ambiente y ensucie el río o la playa en cuestión, o cuando los sumideros desborden en las narices del administrado. Vilagarcía firmó ayer una de esas noticias que nunca figurarán en un lugar prioritario de las portadas, pero resultan imprescindibles. Algo tan sencillo como la ampliación de la red de saneamiento de aguas residuales a un barrio de apenas catorce viviendas, en Pedramogueira, supone que la tercera ciudad de la provincia haya sido capaz de extender el alcantarillado a todos sus núcleos de cierta relevancia.

Que un lugar apartado de Sobrán fuese objeto ayer de tanta atención debe tener una buena razón de ser. El alcalde de Vilagarcía, Alberto Varela, la teniente de alcalde, Tania García, y el concejal de Obras, Lino Mouriño, acudieron a Pedramogueira junto al diputado provincial Santos Héctor y varios miembros de su equipo. Como anfitriones, dos integrantes de la asociación de vecinos de Galáns, que han peleado esta intervención con uñas y dientes. «Temos que agradecérllelo ao Concello e á Deputación, porque sei que sufrimos para facelo, e eles sufriron con nós porque lles arreábamos caña», explicó son sobresaliente naturalidad Benito Ínsua, vicepresidente del colectivo vecinal.

Héctor saludó el tesón de la gente de Pedramogueira. «Dende a Deputación -dijo- estamos moi satisfeitos, precisamos tecido social coma este, que sabe sumar, construír e convencer».También Varela destacó el papel de la asociación. Incluso desde un punto de vista personal. «Esta -recordó el regidor socialista- foi a primeira demanda que nos fixeron antes de chegar ao goberno e agora podemos dicir que está feita, cun compromiso co ámbito rural e o obxectivo de renovar pouco a pouco a rede».

¿Pero qué se ha hecho exactamente en Pedramogueira? El encargado de detallarlo fue Lino Mouriño. Un pozo de bombeo dotado con una zona ciega de acumulación de tierra y arena, que tantos equipos han averiado, facilitará y abaratará su mantenimiento. Ochocientos metros lineales de conducciones en una orografía muy complicada. Una impulsión que discurre a lo largo de un kilómetro. Una aplicación que permite detectar cualquier fallo al instante. Y catorce viviendas que dejarán de depender de unas fosas sépticas cada vez más castigadas por los detergentes y los productos químicos.

«Pode haber vivendas soltas e algún ramal, que son conexións moi custosas pero estamos tratando de impulsar, coma no caso da rúa Verderol ou a travesía da Pena», precisó el edil de Obras.

Bombeos con detección inteligente de averías en las zonas cercanas al mar

La inversión de Pedramogueira ascendió a 112.000 euros, financiados a cargo del Plan Concellos de la Diputación de Pontevedra, cuya intención, aseguró Santos Héctor, es continuar colaborando con los municipios de la provincia en este y otros cometidos. El tipo de bombeo que se ha implantado en este lugar ya ha sido probado en O Rial y en O Pousadoiro, y la intención de Ravella es aplicarlo en todos los equipamientos que funcionan cerca de la línea de costa. «Levamos 2.5 millóns de euros investidos en saneamento», destacó el alcalde, quien recordó que, al poco de estrenarse en el bastón de mando, su equipo recondujo una inversión de 250.000 de euros que el anterior gobierno preveía gastar en columpios.