Ravella diseña la mudanza de Servicios Sociales en busca de más espacio

Antonio Garrido Viñas
antonio garrido VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

MONICA IRAGO

El incremento de plantilla y de usuarios obliga a un cambio de ubicación

24 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Una de las grandes lecciones que ha dejado la pandemia es la importancia de los servicios sociales. Una concejalía que venía desarrollando una labor callada en el día a día y que salió explícitamente a la luz durante el confinamiento y, tras él, con toda la resaca que ha dejado, que está dejando, la irrupción del covid. Una de las apuestas del gobierno local de Vilagarcía desde que Alberto Varela asumió el bastón de mando fue esta concejalía. Los números son claros. En seis años su presupuesto prácticamente se ha doblado, pasando del millón y medio de euros del año 2015 a los 2,7 millones que tendrá en el presente ejercicio.

El incremento del presupuesto llega tanto por la subida de la cifra de usuarios que hacen uso de la ayuda que llega desde la concejalía como por el mayor número de trabajadores que prestan el servicio. La plantilla ha pasado de nueve a quince personas. Y ambas circunstancias han hecho que las instalaciones en las que Servicios Sociales presta su ayuda a quien la necesita se hayan quedado pequeñas. De ahí que Ravella haya comenzado a diseñar la mudanza para la concejalía y sus trabajadores. El presupuesto municipal que recientemente se ha aprobado reserva una partida de doscientos mil euros para la compra de un bajo en el centro de la ciudad para realizar la mudanza. El local está ya muy cerca de ser elegido, dos son los candidatos, y desde el gobierno local apuntan que la compra se plasmará a lo largo de este año para que en el 2022 se puedan realizar las obras correspondientes y la concejalía comience a funcionar en su nueva ubicación cuanto antes. El volumen de peticiones de ayuda que llegan a la concejalía es innegable. Entre el 1 de enero y el 31 de marzo de este año se han concertado un total de 1.674 citas. Una cifra que hace imprescindible un lugar más amplio y más cómodo.

El fin de las restricciones de movilidad anima la actividad del comedor social

Cáritas es otra de las organizaciones que ha notado sobremanera las necesidades que el covid ha traído al día a día de muchas personas. Unas ayudas que tienen en el pago de servicios básicos como el alquiler de la vivienda o la electricidad una parte de sus acciones, pero que no son las únicas. La cesión de una tarjeta con la que las familias pueden realizar las compras de productos básicos sin el estigma de verse señalados o el reparto de medicamentos son otras de las actuaciones. Y también el comedor social, que guarda una curiosidad interesante. Con el fin de las restricciones que impedían abandonar el lugar de residencia han regresado a él muchas personas que durante ellas no podían usarlo.

Lecciones para que los adolescentes aprendan a afrontar emocionalmente la pandemia

La Concejalía de Servicios Sociales de Vilagarcía pondrá en marcha una novedosa iniciativa con los adolescentes en el punto de mira. El área que dirige Tania García ha diseñado un programa específico para ayudarles a afrontar emocionalmente la situación que están viviendo tras la aparición del covid.

El proyecto fue aprobado por la junta local de gobierno en su reunión del lunes, en la que también se acordó solicitar su inclusión en la línea 2 del plan Concellos 2021 de la Diputación para conseguir una subvención de algo más de nueve mil euros (9.637) para financiar las actividades.

El proyecto surge tras detectarse a través del servicio de atención psicosocial de urgencia toda una serie de carencias en muchos adolescentes a la hora de afrontar su evolución, tanto educativa como socioemocional como consecuencia tanto del confinamiento como de las continuas restricciones sanitarias.

El programa de actividades, que busca la participación activa de los adolescentes, se realizará en colaboración con los institutos de Vilagarcía y está previsto que arranque en el mes de abril. En él se incluyen reuniones virtuales, grupos de discusión presenciales, la creación de un podcast radiofónico, además de una emotipedia y un emotiforo, utilizando en este caso el formato de teatro que ya se usó en anteriores ediciones del programa de servicios sociales para los institutos.