La humanización del contorno de Fexdega convierte un patio de atrás en una calle segura

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

Martina Miser

Alberto Varela pone a la Diputación como ejemplo de Administración comprometida mientras Carmela Silva alaba el modelo de transformación urbana de Vilagarcía

04 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Más allá de los debates sobre las propiedades estéticas del hormigón, lo cierto es que ayer, bajo el sol de una buena mañana, daba gusto pasear por el cinturón que las calles Nogueira, Figueira y Limoeiro conforman en torno al recinto ferial de Fexdega. Su humanización ha costado lo suyo. No solo dinero, 270.000 euros cuyo 80 % corrió a cargo de la Diputación de Pontevedra mientras el 20 % restante caía del lado del Concello de Vilagarcía. Sino también tiempo y complicaciones burocráticas, como la necesidad de abrir un nuevo concurso a raíz de las dificultades que atravesaba la primera empresa que asumió los trabajos.

Fue bastante gráfica la presidenta de la Diputación a la hora de valorar el resultado. Carmela Silva se felicitó por haber iluminado lo que antes no era más que un «patio de atrás», indigno, añadió, de la categoría de Vilagarcía como ciudad y del propio Fexdega como instalación pública llamada a articular una parte de la vida de sus vecinos. La imagen estaba bien traída. Caminar por la parte posterior del recinto constituía hasta ahora un riesgo. Pero recorrerla al volante no era mucho mejor. Ahora hay aceras amplias, de hormigón, efectivamente, y una calzada claramente definida que relega a los vehículos a un segundo plano sin dificultar por ello su circulación. A la vista de lo ejecutado, no resulta complicado imaginar cómo actuará el Concello en Sobrán, más allá de la entorno inmediato del pazo, en el que dominará la piedra, tras la intervención anunciada del pasado fin de semana.

«Transformar a provincia»

La visita sirvió la ocasión perfecta para que Diputación y Concello ensalzasen los frutos de su colaboración. Carmela Silva subrayó la diferencia que marca el hecho de que una mujer, en este caso Paola María, pilote el departamento de Urbanismo. «Somos conscientes do espazo, porque tamén somos maioritariamente as que atendemos e coidamos». La presidenta provincial recordó que uno de los objetivos del gobierno que conforman PSOE y BNG a la hora de asumir las riendas de la Administración pontevedresa estribaba en transformar la provincia, y que esa transformación se palpase. «O goberno liderado polo alcalde comparte con nós a necesidade de cambiar a trama urbana, desprazando os vehículos do centro do espazo público para colocar nel a xente», apuntó Silva, que no olvidó precisar los principios de eficiencia energética y respeto ambiental que acompañan este tipo de actuaciones. «Somos -concluyó la política socialista- a única Administración que está cumprindo co seu deber e investindo en Vilagarcía, e facemos un chamamento ao conxunto da Administración para que aposte por Vilagarcía e por esta provincia».

35.000 metros cuadrados

Dos de los instrumentos que Silva precisó a la hora de impulsar ese cambio estructural al que apela son el plan de reequilibrio, pensado para concellos de población inferior a las veinte mil personas, y el programa Deporemse para municipios que oscilan entre esa franja demográfica y los cincuenta mil habitantes, y es, precisamente, al que Vilagarcía ha acudido para financiar este proyecto, y al que también recurrirá en el caso de Sobrán. «Pode haber xente que pense que a presidenta da Deputación forma parte do goberno local», ironizó Alberto Varela, para confirmar que se trata de la Administración que más está invirtiendo en la ciudad «con moita diferenza». En los últimos años, informó Varela, se han humanizado 35.000 metros cuadrados de espacio urbano.

El regidor socialista resaltó el «compromiso» del equipo que lidera Silva y emplazó a otras instancias, obviamente la Xunta, «a que tomen nota da súa forma de distribuír os recursos respectando a autonomía municipal». La escuela infantil de Vilaxoán, respaldada con fondos provinciales, «xa leva dous premios». Es, zanjó Varela, otro ejemplo de ese cambio del que está convencido.