Drogado, sin carné y perseguido por la policía a más de 100 km/h por las corredoiras de Rubiáns

La escena pudo haber sido rodada en Hollywood pero tuvo como escenario las corredoiras de Rubiáns, donde se vivió una persecución de película. Todo sucedió al mediodía del martes. Una patrulla de la Policía Local de Vilagarcía se topó con un viejo conocido, que circulaba con su Ford Escort rojo. El problema es que no podía hacerlo, porque tenía el carné retirado. Algo que sabían tanto los agentes que se cruzaron con el vehículo como el individuo, que rápidamente inició una rápida huida en cuanto se dio cuenta de lo que lo habían pillado en la allada.

El cruce de miradas se produjo en la avenida de Pontevedra y tan pronto como los policías decidieron dar la vuelta para parar al infractor, el individuo pisó el acelerador a fondo para emprender la huida. Su alocada carrera arrancó con un par de adelantamientos indebidos -esa enorme recta tiene línea continua y un límite velocidad de 50 km/H- y un giro brusco hacia la rúa Perrón.

Y a partir de arrancó el rali. El fugado, con el pie pisando a fondo el acelerador para intentar despistar a los policías a más de 100 km/h por las estrechas corredoiras de Rubiáns. Hubo suerte y no se encontró con ningún coche de enfrente, con lo que se evitó una desgracia. La loca aventura terminó con el Ford Escort estampado en las inmediaciones del viaducto del AVE, pero ni por esas D.B.G. (de 41 años y vilagarciano) quería cejar en su empeño. Trató de arrancarlo varias veces, pero al igual que le había sucedido a Carlos Sainz en aquella famosa escena, todo quedó en el intento. Los agentes todavía tuvieron que lidiar con él para meterlo en cintura y poder llevárselo detenido puesto que, al parecer, opuso resistencia, pero no la suficiente.

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