Condenan a un hombre que lesionó a una vigilante que reprendió a una «furtiva de bañador» en O Terrón

r.e. VILANOVA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

MONICA IRAGO

La Justicia le impuso una multa de 120 euros y a indemnizar a la mariscadora con 210,90 euros

10 feb 2021 . Actualizado a las 12:20 h.

Los «furtivos de bañador» se han convertido en una de las especies depredadoras más temidas por las mariscadoras arousanas. Durante el verano, cuando el calor aprieta y los arenales se llenan, siguen siendo muchos los bañistas que intentan aprovechar su jornada de relax playero para llevarse a casa unas almejas o unos berberechos. Para evitar esas fugas de marisco (puñado a puñado, el daño que hacen en los bancos es enorme), las agrupaciones de a pie de casi todas las cofradías organizan turnos de vigilancia. No suelen ser agradables: muchas veces, cuando llaman la atención a quien hace lo que no debe, las mariscadoras se ven envueltas en situaciones desagradables. Algunas, incluso acaban lesionadas. Eso fue lo que ocurrió el 3 de agosto del año pasado en la playa de O Terrón: una de las mujeres que estaba de turno en esa frecuentada playa vilanovesa acabó recibiendo un empujón tras llamar la atención a una persona que estaba recogiendo marisco. Ahora, el juzgado de instrucción número 3 de Vilagarcía de Arousa ha condenado a Francisco V. A. por un delito leve de lesiones. Se le impone una multa de 120 euros y se le ordena pagar también a la mujer herida una indemnización de 210,90 euros.

Los hechos juzgados se remontan a agosto pasado. El día 3, a las ocho y media de la tarde, la víctima estaba realizando trabajos de vigilancia en O Terrón, «al ser parte de sus funciones como socia de la cofradía de Vilanova». Fue entonces «cuando observó cómo una mujer, que resultó ser pareja del acusado, estaba cogiendo almejas en dicha zona, por lo que le advirtió de que no podía extraer almejas en la orilla del mar, motivo por el que el acusado, alterado, recriminó a la mariscadora su actitud para con su pareja y, con el ánimo de menoscabar su integridad física, golpeó con la mano abierta en el hombro izquierdo». De lo ocurrido fue alertada la Policía Local de Vilanova y la Guardia Civil, ante la que la víctima presentó la correspondiente denuncia. Después, fue al centro de salud, donde sobre las once de la noche se emitió un parte de lesiones según el cual sufría «una contusión en el hombro izquierdo».

El condenado negó los hechos. En el juicio aseguró «desconocer que la denunciante estuviese vigilando en la playa, pero que no la golpeó. Que es cierto que mantuvo una discusión porque se dirigió a su pareja llamándole de todo, pero que en ningún momento la golpeó». Su versión, sin embargo, no convenció a la titular de la sala.