Los comuneros detectan más motos, quads y basura en el monte a raíz del covid

Bea Costa
Bea Costa REDACCIÓN / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

MONICA IRAGO

La necesidad de buscar espacios abiertos provoca la afluencia de más gente; «O monte está para desfrutalo, pero hai que respectalo», señalan desde las comunidades

04 feb 2021 . Actualizado a las 09:13 h.

La expresión echarse al monte ha dejado de tener un sentido peyorativo a raíz de la pandemia. No es solo aplicable a los que huyen de la justicia y quieren apartarse del foco de atención. A falta de bares y ante la necesidad de distanciarse del vecino han sido muchas las personas que durante el último año se han echado al monte para recuperarse de un confinamiento de tres meses, respirar y mover las piernas. Una sana rutina que sería para celebrar siempre y cuando ello no fuera en menoscabo de estos espacios verdes.

Desde las comunidades de montes denuncian que en los últimos meses han detectado un incremento del tráfico de bicicletas, motos y quads, que no siempre respetan los senderos, invadiendo zonas vírgenes o en las que se han hecho plantaciones recientemente. «Algunha xente pensa que todo é deles e métense por todos lados, matando os pinos e facendo ruído», se lamenta Luis Piñeiro, desde la directiva de la comunidad de montes de Cea (Vilagarcía). «Hai sitios nos que se fixeron verdadeiros estragos como pasou en Teis», abunda Alfredo Pereira, de la Organización Galega de Comunidades de Montes.

MONICA IRAGO

A eso hay que añadir un incremento de la basura; no todo el mundo está lo suficientemente concienciado como para guardarse el envase del refresco y llevárselo para casa y porque, aprovechando el confinamiento, primero, y los cierres perimetrales después, hay quien aprovecha que el monte está menos vigilado y utiliza este espacio como vertedero. «Aínda fai pouco atopamos un sofá e escombros tirados no medio e medio ao lado da canteira». Y desde Cea lanzan una advertencia: «Imos ter que tomarnos isto en serio. O monte está para desfrutalo, pero hai que respectalo e como digan os comuneiros».

La Guardia Civil ve otra realidad

No obstante, algunas comuneros se están encontrando con cortapisas. Pereira informa de que no es el primero que tiene que dar explicaciones a la Guardia Civil a la hora de subir a echar un vistazo a las pistas forestales y los eucaliptales algo que, en su opinión, debería estar resuelto a estas alturas de la pandemia. «Nós nos discutimos as normas sanitarias, pero pedimos que se teñan en conta as necesidades do monte veciñal. Temos os montes abandonados; o monte é algo vivo e a mellor ferramenta contra o lume e telo limpo e coidado», indican desde la organización gallega.

Por parte, en el Servicio de Protección a la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) informan de que estas quejas de los comuneros, sobre el tráfico y la basura, no se han plasmado en denuncias ni se corresponde con la realidad que los agentes observan en los montes.