El Vilarousa regresa entre Fontecarmoa y una nave cedida por una empresa

Pablo Penedo Vázquez
pablo penedo VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

MONICA IRAGO

El préstamo permite entrenarse a las gimnastas menores de 14 años, mayoría en el club, al no permitir de momento la Fundación de Deportes que vuelvan a usar sus instalaciones por la pandemia

24 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La nueva normalidad comienza a hacerse visible también en el mundo de los deportes de equipo. Un camino abierto en la comarca por el Arousa dos semanas atrás con la vista puesta en su primera fase de ascenso a Segunda B en 27 años, y que continuó a los pocos días la primera plantilla de la A.D. Cortegada con su vuelta al Pabellón 1 de Fontecarmoa. Un escenario al que se sumaban la semana pasada, entre otros, los clubs de remo Vilaxoán y Mecos, de regreso al agua el día 15, o el Gimnasia Rítmica Vilarousa.

La entidad que dirige la asturiana Sandra Estrada puso punto final a tres meses de trabajo online en cuanto las circunstancias lo permitieron, pero también a pesar de ellas. Y es que mientras las seis deportistas mayores del Vilarousa descubrieron la gloria al abrírseles las puertas del Pabellón 2 de Fontecarmoa y su superficie de goma, un salto radical respecto al cemento del pabellón municipal de A Torre en el que suelen entrenarse; las 44 gimnastas menores de 14 años del club, esto es, el 90 % de sus deportistas, solo han podido retomar sus entrenamos gracias al mecenazgo privado.

Concretamente, lo han hecho merced al préstamo temporal de una nave desocupada de 2.000 metros cuadrados por parte de una empresa que no desea publicidad. Una solución ante la postura de la Fundación de Deportes de Vilagarcía de mantener prohibido el uso de las instalaciones municipales para los menores de 14 años en estas primeras semanas post confinamiento, indica Sandra Estrada. Postura que no critica: «Yo entiendo que hay que ser muy meticuloso, tener cuidado con que los niños no se toquen. Imagino que la Fundación poco a poco nos irá dejando volver a entrenarnos en sus instalaciones a los clubs con competición».

En este último caso se encuentra el Vilarousa. Y es que, informa la directora deportiva de la entidad vilagarciana, la Federación Galega de Ximnasia Rítmica ha decidido recolocar el calendario de competición, prácticamente inédito este año, a partir de septiembre. Por ello, si en condiciones normales «este mes hubiéramos terminado, y estaríamos preparando el festival de fin de temporada, este verano hay que entrenar», explica Estrada. Respetando a rajatabla las medidas higiénico-sanitarias para la prevención de contagio del covid-19. En la nave donde se ejercitan las menores de 14 años, limitando el acceso a las deportistas y técnicos, higienizando calzado y manos, y hasta comprando sillas para que cada niño tenga la suya personal para trabajar la flexibilidad.

Tapiz destrozado y mil euros de gasto

Cubiertas las necesidades básicas de sus deportistas para poder volver a entrenarse, la mayor preocupación de Sandra Estrada y la directiva del Vilarousa es el roto que el confinamiento ha provocado en sus modestas arcas. Y es que a su regreso al pabellón municipal de A Torre, el recinto de entrenamiento que le tiene concedido la Fundación de Deportes, los responsables del club se encontraron con la desagradable sorpresa de que su tapiz estaba inservible por la humedad acumulada a causa de una gotera en la instalación. «Nos ha costado cerca de 1.000 euros limpiarlo», comenta Estrada. Comprar uno nuevo no era una opción, por cuanto la pieza, de 14x14 metros e indispensable para poder ejercitarse, máxime sobre un suelo de cemento como el del pabellón de A Torre, costaría unos 6.000 euros. Una «broma» de mal gusto que al menos ha descubierto a la media docena de gimnastas mayores de 13 años del Vilarousa lo que es entrenarse en una superficie de goma.