El Too Good To Go llega a la plaza de Vilagarcía

Antonio Garrido Viñas
Antonio Garrido VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

MARTINA MISER

Dos peixeiras se suben a la ola de una nueva aplicación que triunfa en Europa

18 may 2020 . Actualizado a las 21:32 h.

Mi madre bajaba a darse un garbeo por la plaza y el mercado todos los sábados. Durante la semana no podía porque estaba en el cole, así que el sábado era su día. No compraba mucho. El paseo era más para buscar charla que provisiones. No faltaban, sin embargo, ni el queso ni las flores. El pescado también solía entrar en su bolsa, aunque es verdad que el señor Tomás también lo solía comprar porque por la tienda pasaban las peixieiras con sus patelas en la cabeza para ofrecer lo que no habían conseguido vender. Con aquellas básculas que pesaban de aquella manera: «Un quiliño ben pesado. Non te queixes, Tomás».

Esas mujeres fueron pioneras y no lo sabían. Porque hay una tendencia que se está imponiendo en todo el mundo: el TooGoodToGo. Una iniciativa que pretende acabar con las miles de toneladas de alimentos que terminan en la basura. Había a primera hora de la tarde de ayer 45.646 establecimientos asociados a ese movimiento en toda Europa y más de 22 millones de usuarios de este movimiento. Dos de los establecimientos están en Vilagarcía y ambos en la plaza: Pescados Eva Torrado y Pescados Raposa.

La dinámica es sencilla. A través de la aplicación, que es gratuita, buscas los establecimientos asociados en tu radio de acción y encargas un paquete. En el caso de las pescantinas vilagarcianas por un precio de 4,99 euros. Con una particularidad: el cliente no se sabe qué se va a encontrar en su interior. Solo sabe que será producto del que hubiera el día en cuestión en el puesto de venta y que, de no haber encargado ese paquete, valdría mucho más. Es decir, te pueden caer un par de nécoras acompañando una buena cantidad de peixe a un precio muy asequible, por ejemplo. Hay que ir a recogerlo, eso sí.

Cuenta Eva Torrado que tanto ella como su compañera comenzaron un poco a la aventura al ser las primeras, pero que ya han vendido algún paquete. «Vino una señora a recoger uno que había encargado su hija de Santiago. Nos dijo que le contó que por ahí adelante se utiliza mucho», explica Eva. Y, por supuesto, la calidad y la cantidad están garantizadas. «Lo último que quiero es que me critiquen por algún paquete», razona. Y, ojo, que el modelo funciona en establecimientos de todo tipo: hasta en restaurantes que pueden dar salida a así a sus menús del día, por ejemplo.