La avenida del centenar de baches que te recibe en Vilagarcía

Antonio Garrido Viñas
antonio garrido VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

MARTINA MISER

Circular por Rodrigo de Mendoza, que es la principal arteria de entrada y salida de la ciudad, es todo un suplicio para los coches

11 feb 2020 . Actualizado a las 08:26 h.

La avenida Rodrigo de Mendoza es una de las principales, sino la principal, arteria de entrada y salida de la ciudad. Por ella circulan cada día varios miles de vehículos, que se encuentran con un firme que está en muy mal estado, sobre todo en alguno de sus tramos, y en el que los baches y socavones crecen exponencialmente a cada día que pasa.

Son un centenar los baches que existen en ese vial y se reparten proporcionalmente en los sentidos de entrada y de salida de la ciudad. En el de entrada son sesenta los agujeros que existen en el pavimento y 56 en el que te permite abandonar la ciudad. La cifra es alta y hay baches de todos los colores y tamaños. Desde los pequeños, que cada día van aumentando de tamaño poco a poco, hasta los ya veteranos, que los conductores más avezados conocen de pasar cada día sobre ellos y los evitan, o lo intentan, con mayor o menor fortuna.

A los baches hay que unirles las alcantarillas que han quedado ya muy por debajo del nivel del asfalto y que se han convertido en auténticas trampas. Muy peligrosas porque, además, provocan volantazos de los conductores en sus intentos por esquivarlas.

El tramo que está en peor estado en la avenida Rodrigo de Mendoza es, sin duda, el que transcurre entre las rotondas de A Luz Salgada y la que da acceso a la rúa Arealonga. Allí es donde aparecen la inmensa mayoría de los baches. Se cuentan noventa en ambos sentidos y es el lugar donde, además, están los que tiene mayor parte y más profundidad. Pequeñas piscinas que en una jornada como la de ayer provocan incluso alguna inesperada mojadura a los peatones si el conductor del coche de turno decide no levantar el pie del acelerador a la hora de pasar sobre el socavón en cuestión.

La peor zona

Es en el primer badén que los conductores se encuentran cuando abandonan la rotonda de la Luz Salgada para circular por la avenida Rodrigo de Mendoza en el que peor estado está el asfalto. Ahí hay varios baches de buen tamaño, alguno de ellos difícil de avistar porque se encuentra justo al superar el lomo, y el continuo paso de los vehículos sobre ellos provoca que crezcan día a día.

A partir de la rotonda que da acceso a la rúa Xunqueira, siempre en el sentido de entrada hacia el centro de la ciudad, lo cierto es que el estado del asfalto es mucho mejor y apenas se pueden contar una veintena más de baches y, la práctica totalidad de ellos, mucho más modestos que en la otra zona del vial. Ahí, la gran molestia para los conductores, y sobre todo para sus vehículos, son las ya mencionadas tapas de alcantarilla que están muy por debajo del nivel del asfalto.

En realidad, y más allá de la importante cantidad de socavones que hay en uno de los viales más transitados de la localidad, lo más preocupante es el estado del asfalto, que dista muchísimo de presentar un aspecto saludable. En prácticamente toda la avenida está sumamente agrietado, en lo que es la perfecta antesala de que la cifra de agujeros continúe en aumento hasta que no se le ponga remedio de manera integral. En caso contrario, esa avenida del centenar de baches irá camino de cambiar su nombre de manera prácticamente inminente para tomar otra cifra mucho mayor como apellido del vial que te recibe, y te despide, de Vilagarcía.