Raúl Martiñán se reencuentra con el rival que le dio la alternativa

Antonio Garrido Viñas
antonio garrido VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

MARTINA MISER

El canterano se subió al tren de primer equipo en el partido ante el Estradense

01 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Fue una aparición corta, poco más de media hora, pero suficiente como para presentarse y decir que estaba preparado para defender la camiseta del primer equipo y dar el salto desde el juvenil del Arousa. Y así fue. Raúl Martiñán se estrenó en la presente campaña en el partido de la primera vuelta ante el Estradense y a partir de ahí se convirtió en un fijo ya no solo en las convocatorias de Rafa Sáez, sino en el once titular. Cierto es que su debut en Tercera ya se había producido en la pasada campaña, pero ese partido contra el conjunto de A Estrada en A Lomba es, probablemente, igual de especial para el canterano porque supuso un antes y un después.

Optimista con el equipo

Y con el Estradense se reencuentra Raúl, que recuerda que aquel partido fue «muy especial». El canterano reconoce que el Arousa se ha atrancado un poco en los últimos encuentros, en donde va acumulando empates y se ha dejado atrás las victorias, pero dice que esos resultados no reflejan lo que sucede en los encuentros. «Las sensaciones que nos dejaron los partidos es que nos los habíamos llevado», explica.

A Raúl se le llena la boca de agradecimientos cuando hace un balance de su actuación personal -«al míster, al club, a la afición por tratarme siempre genial...», dice- y tiene claro cuál está siendo su asignatura pendiente: encontrarse con el gol.

La semana ha sido pródiga en buenas noticias para el Arousa, que ha visto como llegaban tres unidades nuevas al vestuario. Una circunstancia que incrementará la competencia por hacerse con un hueco en el once. «Más que un reto, es una alegría. La calidad de los entrenamientos ha mejorado. Sube la competencia, pero eso es bueno. Lo que voy a hacer es ponérselo difícil al míster para que elija al que mejor esté», afirma.

El cambio que ha experimentado Raúl, al entrar en la dinámica del primer equipo, es importante, pero él lo relativiza. «Me lo tomé igual que cuando jugaba en juveniles. Impone más jugar en A Lomba o en San Lázaro, pero dándolo todo da igual en qué categoría estés. Y en cuanto a los elogios sí que me gusta recibirlos, pero para recibirlos tienes que trabajar. Eso sí, no se me suben a la cabeza. Estoy bastante tranquilo en ese aspecto», afirma. Aunque de alguna broma de los colegas de la pandilla no se ha podido escapar. «Algún vacile siempre cae, pero sí que están muy orgullosos de mí y eso me alegra», concluye.