El establecimiento cerrará sus puertas definitivamente el mes que viene

antonio garrido

En apenas un año, los brotes verdes se han quemado y de manera definitiva en el videoclub Vilagarcía. Hace doce meses, Eva Conde miraba al futuro con optimismo tras pasar una temporada complicada por las obras de peatonalización de la calle en la que se ubica su establecimiento. Ahora ha dicho basta. Las cuentas ya no salen desde hace tiempo y ella ha decidido tirar la toalla. Lo hace con resignación y apuntando a esa peatonalización como clave en la oscura trayectoria que acompañó a su negocio desde entonces. «La mayoría de mis clientes eran de fuera de Vilagarcía. Venían, paraban un momento y se iban con sus películas. Ahora me dicen que no les compensa tener que aparcar tan lejos para cambiar una peli. Y hubo quien se arriesgó y se llevó una multa de sesenta euros», explica Eva.

Lo decidió en diciembre

El paso definitivo lo tomó en Navidades. «Desde septiembre fue catastrófico y en diciembre ya me dije que tenía que tomar una decisión drástica», explica. Y la tomó. A finales de febrero cerrará sus puertas definitivamente el videoclub Vilagarcía, quince años después de que Eva Conde se metiera en esa pelea.

La siguiente escena de esta película de triste final es la de explicar la decisión a los clientes de toda la vida. Y no es fácil. «Me dan pena porque muchos se emocionan cuando se lo digo», apunta Eva. Alguna deuda de algún cliente que se hizo el espabilado también queda, pero lo cierto es que ella asegura que la relación con la inmensa mayoría de ellos es inmejorable. Lógico, porque ella es la mejor crítica cinematográfica que cualquiera se pudiera encontrar. Y bien que se lo agradecían los chavales que por allí pasaban para pedirle una recomendación que llevarse a casa y ver con los colegas una buena película de terror.

Ya no habrá más recomendaciones. El cartel de «fin» está a punto de salir y el Vilagarcía, que era uno de los videoclubes que todavía resistían en España pese al empuje de la piratería, de la televisión, el Yotube y las plataformas de streaming, ha perdido la lucha. No son muchos ya los que todavía aguantan, alrededor de unos trescientos en todo el Estado. Es un negocio en vías de extinción, casi un museo. Como contaba Eva hace apenas doce meses la anécdota que le había sucedido unas semanas antes: «Entró una madre con su hijo para enseñarle qué era un videoclub porque pensaba que ya no existían esas cosas. Y el hijo preguntaba: ‘Mamá, ¿pero todo esto se puede ver? Sí, claro que se puede ver. Me gustó que viniera, porque las madres a veces tiran de Internet o del Clan y listo».

Eva no tiene todavía una fecha claramente definida para abrir por última vez el videoclub. Todo dependerá del tiempo que tarde en deshacerse del numeroso stock de películas que tiene. La maqueta de King Kong que preside la tienda también estaba en venta, pero ya ha encontrado comprador.

La mejor oportunidad para hacerse con alguno de los grandes clásicos del cine por solamente dos euros

A los clientes que se han acercado en los últimos días al videoclub ya se lo ha dicho, claro está, pero todavía no ha alcanzado la resonancia suficiente la mala noticia del cierre del último videoclub de Vilagarcía. Un cierre que se hará efectivo en cuanto Eva consiga aligerar el importante stock de películas que tiene en su almacén. Para ello ha comenzado ya con la fase de liquidación. Una fase que debería servir para que todos los aficionados al cine se pasen por la travesía de Alejandro Cerecedo, porque es la mejor oportunidad para hacerse con algún clásico, o con la película que siempre quisiste tener en casa y que ahora está a un precio inmejorable.

«En las que ya no son de estreno, el deuvedé, el Blu Ray y el Blu Ray 3D valen dos euros, y las que son novedades, a cinco euros», explica Eva. Porque claro que siguieron llegando películas de estreno al videoclub en las últimas semanas pese a que el cierre se acercaba. Los juegos, de los que también tenía un amplio catálogo en sus estanterías, están igualmente a la venta, en su caso con un precio de tres euros.

Hoy pondrá el letrero en el escaparate, pero quien tenga algún capricho especial no debería despistarse. «Muchos vienen con la lista de películas. Lo anoto y ya las voy preparando y apartándolas». Quedarán alrededor de tres mil referencias, pero ya ha vendido muchas. Entre otros a clientes de fuera de Vilagarcía, que no podrían acercarse estas semanas y que ya se han llevados sus peticiones a sus domicilios. Y otros que van poco a poco y cada semana se llevan un pequeño lote.