Niños de tres y cuatro años se apelotonan en un aula de Carril

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

Mónica Irago

Educación y la dirección del centro marean a las madres, que exigen que la clase se desdoble

25 oct 2019 . Actualizado a las 21:27 h.

Las movilizaciones sucesivas en las que el colegio de Carril se vio envuelto en los últimos años, centradas en el lamentable estado de sus baños, la calidad del agua que manaba de los grifos o el horario del comedor y el bus escolar, se llevaron por delante a una asociación de madres y padres muy activa y dejaron tocada a la dirección del centro. Ni por esas parecen agotarse los problemas en la veterana escuela pública Rosalía de Castro. Este viernes, las madres del 5º. curso de educación infantil se concentraron a las puertas de las instalaciones para exigir que la clase en la que se apelotonan sus hijos, sin apenas espacio, sea desdoblada. No cejarán, advierten en un extenso y documentado escrito, hasta que la jefatura territorial de la Consellería de Educación, o en su defecto el equipo directivo del colegio, hagan su trabajo.

El problema reside en que un traslado de última hora, por un cambio de residencia, elevó su número a 26 alumnos. La ley admite este tipo de excepciones, a pesar de que la ratio se fije en 25 niños por clase. Sucede que los pequeños apenas tienen espacio. Once se sientan en una misma mesa, otros once en una segunda y cuatro en la mesa restante, sin que haya sitio ni para mover una caja de pinturas. Además, tres de ellos presentan necesidades pedagógicas específicas, en dos casos ya diagnosticadas.

«Nos hemos asesorado y todos los especialistas nos dicen que la mejor solución es el desdoblamiento de la clase, porque, además, las horas en las que la tutora no tiene apoyo, la cubren los profesores de guardia del centro, que entran y salen indistintamente, lo que supone una incoherencia con respecto a lo que se necesita en esta etapa educativa», indica el colectivo, que denuncia estar siendo mareado, literalmente, por la jefatura territorial de Educación y la dirección del colegio. En Pontevedra les dicen que en el Rosalía de Castro hay profesores con disponibilidad horaria y aulas suficientes para que ese desdoblamiento se lleve a cabo, pero argumentan que se trata de una decisión que debe adoptar el centro. El equipo directivo, en cambio, les replica que eso no es cierto, que el problema radica en la falta de medios humanos y que en estos momentos no sería factible rehacer los horarios al completo. «A nosotras nos da igual quien mienta, lo que queremos es una solución, respeto y atención para nuestros hijos», zanjan las madres.