Golpe de calor del Estradense en A Lomba

Serxio González Souto
Serxio González VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

RAMON LEIRO

Las paradas de Coke y los goles de Míguez desquiciaron a un Arousa que acabó sin ideas

09 sep 2019 . Actualizado a las 00:01 h.

Llegaba el Arousa a la tercera jornada con tres puntos, un partido ganado, otro perdido y buenas sensaciones, en cualquier caso. La idea era aprovechar la visita del Estradense, recién ascendido a Tercera, para marcarse un tanto ante la parroquia de A Lomba y presentar sus credenciales a esa fase de ascenso tras la que el equipo de Vilagarcía trota desde hace años. Lo malo para los locales fue que el equipo de Alberto Mariano Estévez tenía algo que decir. Un jarro de agua helada en una tarde en la que el calor apretó lo suyo y los de A Estrada hicieron su partido.

Que conste que el Arousa comenzó bien, imponiendo su calidad arriba y metiendo el miedo en el cuerpo a la defensa contraria. Incluso pudo resolver el asunto en los primeros veinte minutos, cuando las internadas de Manu Rodríguez y Jorge Saez, y las combinaciones de Coti y un Suso muy peleón, que se ofrecía hasta para cavar una trinchera, encadenaron cuatro buenas ocasiones. Cualquiera de ellas pudo acabar en gol. Coke, con un paradón, y la falta de puntería lo evitaron. Mientras, el Estradense aguardaba, agazapado, soltando algún balón con criterio de vez en cuando.

Cuando el gol se barruntaba en la grada, llegó el inesperado punto de inflexión de la tarde. Corría el minuto 30 y la canícula, al sol, debía de ser de órdago. Con el termómetro marcando 27 grados, el árbitro mandó parar para echar un trago de agua. Lo que son las cosas. El refresco le sentó mucho mejor al Estradense. Pese a perder a Porrúa en el minuto 32, por lesión, los visitantes parecieron caer en la cuenta de que podían hacer algo más que rifar balones a la búsqueda de los zarpazos de Míguez o esperar un error del Arousa, al que, hasta entonces, sus propias dudas en la salida del balón le habían generado bastante más peligro que el juego de sus oponentes.

Mientras a Coti le llegó la gasolina para subir y bajar, el Arousa aprovechó mejor la banda izquierda. Pero quienes acabaron mandando fueron los de A Estrada, que confirmaron el vuelco en el juego prácticamente en la primera jugada tras la reanudación. Míguez pelea un balón en el área, se lo lleva con el ombligo y marca a bocajarro. Tocaba remar a la contra y el Arousa basculó hacia la derecha. Rafa Sáez se la jugó con dos cambios, que no gustaron a todo el mundo pero estuvieron a punto de salirle bien, porque de las botas de Martiñán salieron dos de las mejores ocasiones que el equipo arousano tuvo por delante. Una de ellas, un penalti sobre Peter, a quien el 14 había habilitado en carrera y fue trabado en el filo del área. Era el minuto 80 y en el marcador figuraba ya el 0-2. El árbitro se lo comió con patatas y ensalada. Podría haberse discutido si dentro o fuera, pero el hombre ni siquiera pitó falta.

Fue en ese trecho, con el Arousa echándole más coraje que ideas, cuando Coke volvió a ganarse el sueldo. Ante un testarazo de Peter, en un córner de libro, y una buena oportunidad que Martiñán se fabricó dentro del área. En el minuto 73 cayó la sentencia. Iago despeja mal, el balón lo caza el corajudo Míguez, que se va a portería, y el defensa lo derriba al tratar de enmendar el tropiezo. A partir de ahí, el 0-3 estuvo más cerca que el 1-2. El Estradense extrae jugo de una piedra.