Y después de las palmeras, los plátanos

Antonio Garrido Viñas
antonio garrido VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

MONICA IRAGO

Un hongo se ha cebado con la mayoría de los ejemplares de los parques de Vilagarcía

22 ago 2019 . Actualizado a las 07:55 h.

La imagen de las palmeras descabezadas o, directamente taladas, se ha convertido en algo desgraciadamente habitual con el escarabajo picudo como culpable del desastre. Pero la palmera no es, desafortunadamente, la única especie que ha sido atacada en los últimos años. Los plátanos de Vilagarcía, la gran mayoría, también están enfermos. En su caso, el culpable es un hongo y para detectar el problema solo hace falta fijarse en las hojas. La mayoría de ellas están cubiertas de un polvillo blanco. Su crecimiento se ha ralentizado y estéticamente no tienen nada que ver con las vigorosas y espléndidas que lucían hace solo unos años en lugares como la alameda o el parque de Ravella.

En el Concello son perfectamente conocedores del problema, claro está, y llevan ya algunos años intentando atajarlo en colaboración con los técnicos de Areeiro y de Medio Ambiente. No tiene fácil solución el embrollo, sin embargo, porque algunos de los tratamientos fitosanitarios que deberían utilizarse están desaconsejados al encontrarse los ejemplares en un entorno urbano, donde podría provocar problemas a los ciudadanos. Los trabajos en la poda son una de las soluciones que se están adoptando, según explica el concejal de Parques y Jardines Diego García.

El problema no es exclusivo de Vilagarcía, obviamente. De hecho es común en bastantes ciudades. La humedad y las temperaturas más altas de lo normal que se están registrando en los últimos inviernos ayudan a que la plaga sea cada vez más importante y que este año, por ejemplo, haya alcanzado también a los ejemplares del barrio de O Piñeiriño.

El problema es importante, pero no definitivo. Es verdad que los ejemplares están enfermos, pero eso no significa que haya que proceder a su tala. Esta opción está totalmente descartada, según apunta el concejal vilagarciano. Es una especie que aguanta relativamente bien las enfermedades y de ahí su proliferación en las ciudades, que lo elegían por su dureza. No tiene por qué cundir la desazón entre la ciudadanía, por lo tanto. Cierto es que casi todos los ejemplares están enfermos y que la sombra ya no es tan frondosa como lo era hace unos años. Pero al menos continúan en pie.