Ravella pretende poner en valor la Pedra do Encanto de Bamio

Antonio Garrido Viñas
Antonio garrido VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

MONICA IRAGO

El Concello encargará un proyecto de restauración del petroglifo

27 abr 2023 . Actualizado a las 20:42 h.

Es Monumento Nacional desde nada menos que el año 1975, pero pasa desapercibida por el lugar en el que está y por la inexplicable timidez en su puesta a valor. Ha tenido que llegar algún túzaro, o un peregrino con tanta buena voluntad como desconocimiento de lo que estaba haciendo con la brocha y la pintura amarilla, para que todos volviéramos a reparar en la Pedra do Encanto.

Allí lleva desde hace muchos siglos aguantando desde hace unos años el paso de los vehículos, está pegada a la carretera, y la incomprensión de alguno, que ya se disponía maza en mano a demolerla porque le molestaba.

La Pedra regresó del anonimato por la pintada y el Concello de Vilagarcía tiene previsto ponerla en valor. Así se asegura desde Ravella. Fuentes municipales apuntan que la concejala de Cultura va a encargar un proyecto de restauración y que se realizarán gestiones con los propietarios de la finca en la que está ubicada para que den su permiso tanto para restaurar el petroglifo como para preparar la zona de alguna manera para que tenga el realce que se merece.

Os Ballotes

Bamio, donde se encuentra la Pedra do Encanto, cuenta con unos petroglifos que son una auténtica referencia en el arte rupestre prehistórico de Galicia. Perfectamente documentados, en ellos se pueden encontrar escenas de todo tipo, con los ciervos como protagonistas de varias de las estampas.

La zona, tras unos años sumida en el abandono, fue rehabilitada en 2017. La intervención, impulsada por el Concello de Vilagarcía y la Diputación, se limitó entonces a retirar musgos y líquenes, crear una senda que facilita la visita y observación de los grabados, evitando invasiones y malos pasos, y a emplear técnicas para recrear en paneles los antiquísimos diseños, encargados de guiar la mirada del público.

Entonces, hace apenas un par de años, ya había quedado clara la necesidad de involucrar a los vilagarcianos en la defensa de un patrimonio que no es nada común y al que no se le da, probablemente, el valor que merece, Una defensa que tiene que ver con el conocimiento y la puesta en valor del lugar y que, probablemente, es una de las grandes tareas pendientes que tiene el lugar. Porque muchos miles de años tiene el yacimiento, que está datado en la Edad del Bronce, y que ha resistido tanto tiempo pero que, en pleno siglo XXI, permanece al alcance de que cualquiera deje su firma en él en forma de grueso brochazo de color amarillo.