El simulacro del escrutinio del 26M movilizará el sábado en Galicia a unas tres mil personas

Susana Luaña Louzao
Susana Luaña SANTIAGO

VILAGARCÍA DE AROUSA

MONICA IRAGO

Responsables gubernamentales, secretarios municipales y representantes de la administración comprobarán si la aplicación informática funciona correctamente tras los fallos detectados la semana pasada

17 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Unas tres mil personas se movilizarán en Galicia este sábado para comprobar que la aplicación informática desde la que se enviarán los datos de participación y escrutinio del 26M funciona correctamente, después de que el pasado sábado no fuese posible enviar la información a través de la aplicación móvil que la empresa encargada del proceso, Scytl, puso a disposición de los representantes de la administración para el envío de los datos en tiempo real.

La realización del simulacro se lleva a cabo siempre unos quince días antes de las elecciones para comprobar que todo funciona correctamente. Las personas más veteranas que se encargan del proceso en los ayuntamientos no recuerdan otra cita electoral en la que el sistema haya fallado, de ahí el revuelo causado la semana pasada por los fallos en el mecanismo de una empresa catalana, Scytl, con amplia solvencia y experiencia internacional en el escrutinio electoral. Tanto los empleados municipales de Barbanza que participaron en el simulacro del día 11 de mayo como la secretaria municipal del Concello de Vilagarcía, Rosa Losada, aseguran que, hasta ahora, siempre había salido bien el primer simulacro, de ahí que no fuese necesario repetirlo. No ocurrió lo mismo en esta ocasión, de ahí que se haya vuelto a convocar el sábado 18 a todas las personas que participarán en el proceso del día 26M para repetir la prueba. Tanto Scytl como Indra, la empresa que se encargó del escrutinio del 28A, son firmas con solvencia en el sector que centralizan todo el proceso de envío de datos desde la aplicación móvil que ponen a disposición de los empleados municipales; hasta hace poco, una tablet, aunque para los comicios del 26M, Scytl distribuyó teléfonos móviles; desde estos dispositivos fue imposible enviar los datos a la central el pasado 11 de mayo. Siempre que los empleados municipales lo intentaron, la pantalla les daba un mensaje de error.

Los detalles del proceso

Los ayuntamientos tienen un papel primordial en el buen funcionamiento de los procesos electorales, sobre todo en los comicios municipales. Tal y como informa la secretaria municipal de Vilagarcía, Rosa Losada, tras la publicación en el Boletín Oficial del Estado de la convocatoria de las elecciones, se abre en los ayuntamientos un período de exposición pública del censo electoral para que los vecinos puedan comprobar si hay o no algún error en sus datos. La primera semana después de esa convocatoria, los concellos comunican a la junta electoral de zona los locales municipales en los que se pueden hacer actos de campaña (mítines en plazas o centros culturales) y los lugares en los que se pueden pegar carteles electorales. A los quince días de la convocatoria, las sucesivas subdelegaciones del Gobierno solicitan a los secretarios de los concellos que nombren a los empleados públicos que harán las funciones de representantes de la administración para transmitir los datos a la empresa encargada de dar el resultado al Gobierno el día de las elecciones. Lo habitual es que se nombre a un responsable por cada local electoral, pero en aquellos colegios en los que hay varias mesas o que hay muchos electores por mesa, se nombra a más de uno, siempre según el criterio de la junta electoral de zona, que está formada por los funcionarios de los juzgados y autoridades judiciales nombradas para la ocasión.

A mayores, en el mes siguiente a la convocatoria, en los plenos de los ayuntamientos se realiza un sorteo para nombrar a los representantes de las mesas, en el que participan todas las personas incluidas en el censo, mayores de 18 años y menores de 65, a los que hay que notificar sus nombramientos. Si tienen una causa justificada para no participar, es la junta electoral la que decide. Se nombra a un presidente y dos vocales por mesa, así como a dos suplentes para el presidente y otros dos para cada uno de los vocales. En total, se elige a nueve personas que tienen que presentarse el día de las elecciones a la apertura de la mesa, aunque luego solo quedan tres. Al presidente se le hace entrega de una carpeta con el censo electoral, las actas y las instrucciones.

Los empleados públicos que se encargan de la recogida de datos realizan cuatro envíos a la central en los procesos electorales: entre las 8.00 y las 9.00 horas comunican que las mesas quedan constituidas. A las 14.00 horas envían los datos de votación hasta ese momento. A las 18.00 horas hacen un segundo envío de los datos de participación, y a partir de las 20.00 horas permanecen en el local electoral que les corresponde para remitir el resultado final del escrutinio, una vez hecho el recuento de votos en las urnas. El recuento es siempre manual, pero el envío de datos antes era telefónico y ahora es informático, lo que mejoró no solo los tiempos de envío sino también los del cierre del proceso, que antes podía alargarse hasta las tres de la madrugada y ahora suele rematar a medianoche.   

Tantas papeletas de cada partido como censados con derecho a voto

En los quince días anteriores a la celebración de las elecciones transcurre la campaña electoral en la que toda España está inmersa ahora mismo, tanto para los comicios municipales como para los europeos y los autonómicos en doce comunidades. Los ayuntamientos tienen que tener disponibles los locales y las plazas habilitadas para los actos de campaña y la víspera de las elecciones, disponer las mesas, las cabinas y las urnas en los colegios electorales. En los comicios municipales, además, los concellos tienen la obligación de imprimir las papeletas; tantas de cada partido como personas censadas con derecho al voto. Es decir, en un ayuntamiento con 30.000 posibles votantes, hay que imprimir 30.000 papeletas de cada uno de los partidos que se presenten.

Además de las tres mil personas que serán convocadas en Galicia para todo lo que tiene que ver con la logística y el recuento, en una jornada electoral permanecen abiertos también los departamentos de estadísticas municipales para aclarar cualquier duda que pueda haber con el censo electoral. Lo habitual es que, en un concello como el de Vilagarcía, haya que resolver una treintena de incidencias que suelen deberse a vecinos que cambian de residencia y no saben dónde tienen que votar o personas que ya no residen en el municipio pero que creen que todavía votan en él cuando en realidad ya no figuran en el censo.

También se convoca a la Policía Local, encargada de la vigilancia de las mesas.

Anécdotas

En un proceso tan complejo y en el que se ven involucradas miles de personas, las anécdotas son habituales y suelen tener que ver con la ausencia de alguno de los miembros de la mesa electoral, lo que obliga a retrasar la apertura del proceso. A veces, sobre todo cuando la persona convocada como suplente es joven y está convencida de que en realidad no le va a tocar, se presenta a primera hora sin dormir, directamente aterrizado de una noche entera de juerga y esperando poder acostarse una vez que el titular ocupe su puesto; pero luego resulta que esa persona no se presenta por un problema justificado de última hora, y tiene que ejercer el suplente todo el día, en plena resaca y tras una noche en vela. También se dan casos de presidentes que se quedan dormidos con la documentación en su poder y tiene que ir la Policía local a buscarlos. Mesas en las que uno de los vocales enferma en medio de la jornada y tiene que quedar un vocal solo con el presidente, personas que son convocadas y que resulta que están de Erasmus en el extranjero, o el caso más curioso en los últimos tiempos: el del exacalde socialista de Vilagarcía, Javier Gago, que fue convocado para formar parte de una de las mesas, «pero como agora é secretario do Concello de Catoira e tiña que traballar ese día, houbo que proceder á súa substitución», recuerda la secretaria municipal.