Ningún vehículo puede superar los 10 km/h en las áreas peatonales

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

MARTINA MISER

La limitación de la velocidad se incumple sistemáticamente en calles como Ramón y Cajal y Rey Daviña

05 abr 2019 . Actualizado a las 21:00 h.

Diez kilómetros por hora. Este es el límite de velocidad vigente en las áreas peatonalizadas de Vilagarcía para el acceso a los garajes y las tareas de carga y descarga. Cualquiera que frecuente calles como Ramón y Cajal o Rey Daviña sabrá perfectamente que la restricción se incumple de manera sistemática y con bastante frecuencia. De momento, los bancos con los que el Concello trata de atajar las incursiones indebidas de vehículos motorizados en las zonas peatonales han funcionado como elementos disuasorios en varios casos. Pero tampoco faltan los atrevidos que se empeñan en sortearlos, como si se tratase de un eslalon. Ayer, estas páginas recogían el episodio de un individuo que conducía un furgón de reparto y no dudó en atravesar por el medio de las mesas de una terraza de hostelería en Ramón y Cajal. Lo hizo para esquivar la pieza de mobiliario urbano recién instalada. Y casi se lleva por delante a la responsable de la cafetería.

Tampoco ha sido este sujeto el único en tirar por la calle del medio. Ayer por la mañana, otro individuo, al volante de otro vehículo de mercancías, tuvo el detalle de, por lo menos, frenar, apartar las mesas del bar de su camino, y continuar tan campante. Ni siquiera lo hizo para distribuir algún producto en la zona, sino para proseguir hacia Rey Daviña sin ningún problema.

Una nueva ordenanza

Queda claro que, con los importantes cambios que el centro de la ciudad ha experimentado en los últimos años, Vilagarcía necesita una nueva ordenanza de circulación. Este es uno de los retos que debería asumir la corporación que emane de las elecciones municipales de mayo. Mientras tanto, la norma que permanece en vigor fue la que el popular Tomás Fole aprobó en el 2012 en los tiempos del bipartito que formaron PP e Ivil. Aquel documento levantó una inmensa polvareda mediática, con aquellos puntos que limitaban la presencia de gente en las aceras y otras ocurrencias que, si bien presentes en otros municipios gallegos, nadie entendió en la capital arousana. Hasta el punto de que se quedó sin efecto. Lo mismo sucedió con la pretensión de los conservadores de emitir y cobrar una tarjeta para residentes, con importantes restricciones, para permitir el acceso a las áreas peatonales.

El caso es que más allá de los horarios de carga y descarga y de los usuarios de garajes, cualquier otro vehículo debería ser multado con 200 euros.

Los automóviles comienzan a sortear también los nuevos badenes del puerto

Se diría que es un principio de cumplimiento casi matemático. Es ver una tira de badén, y el conductor medio comienza a buscar la forma de sortearlo. Sucedió ayer con las bandas que la Autoridad Portuaria de Vilagarcía acaba de instalar frente a los pasos de peatones del restaurante de McDonald’s y el parque de O Centenario. Algún que otro automovilista no dudó en invadir la zona reservada para las labores de carga y descarga. Algo que encierra un riesgo cierto, porque no es infrecuente que los viandantes la utilicen como acera en los momentos en que no está ocupada.

Fuentes del Puerto subrayan, en cualquier caso, que la instalación de estas dos bandas en absoluto es la única intervención que se llevará a cabo tanto en Rivero de Aguilar, el antiguo vial de enlace, como en la avenida Valle-Inclán. La lluvia ha impedido que en los últimos días sus operarios colocasen un sistema luminoso para advertir a los conductores de la proximidad de un peatón. También se actuará sobre la rotonda de O Ramal, que en demasiadas ocasiones es invadida. Las necesidades de la línea de ferrocarril que conduce a Ferrazo impedirían, cuando se use, elevar la glorieta. Así que los responsables portuarios reforzarán su señalización.