Intentan robar en un bar de Vilagarcía y en una casa de O Terrón y los sorprenden con las manos en la masa

B. C. / S. G. VILAGARCÍA /VILANOVA

VILAGARCÍA DE AROUSA

Martina Miser

En ambos casos fueron los vecinos los que dieron la voz de alarma y después actuó la policía local

13 mar 2019 . Actualizado a las 11:02 h.

La cafetería Zas, de Vilagarcía, sigue en el punto de mira de los ladrones. Esta vez, el robo se quedó en intento, porque el ladrón fue pillado «in fraganti» en el interior del local. A las cuatro y media de la madrugada, la Policía Local de Vilagarcía recibió la llamada de una vecina de la zona de A Florida alertando de que había escuchado ruidos sospechosos en la calle. Los agentes acudieron al lugar y comprobaron que una de las cristaleras del local estaba rota y una persona se encontraba en su interior. El hombre fue detenido de inmediato. Según relatan desde el establecimiento, el Zas ha sufrido robos e intentos de robo en varias ocasiones. El último ocurrió en noviembre y se saldó con una luna rota y la pérdida de la recaudación de las máquinas tragaperras. En otra ocasión, fue el propietario del negocio el que sorprendió al ladrón dentro del bar, evitando así que consumase el delito.

Por su parte, la Policía Local de Vilanova capturó ayer a un individuo que se había introducido en dos viviendas del entorno del cámping de O Terrón con intención de saquearlas. El sujeto, un hombre de unos treinta y tantos años, fue sorprendido con las manos en la masa por los propietarios de una de las casas a las que accedió, quienes fueron capaces de retenerlo hasta que los agentes se hicieron cargo de él. Se trata de un ciudadano polaco que únicamente podía hacerse entender en inglés.

La policía vilanovesa recibió una llamada telefónica, alertándole de la presencia de este individuo, hacia las cuatro de la tarde. Cuando alcanzaron O Terrón, los agentes comprobaron que, efectivamente, un hombre permanecía retenido por quienes habían dado la voz de alarma. El tipo mostraba una herida en una de sus manos. Al parecer, rompió el cristal de la puerta de una de las viviendas con una maceta, pero no pudo evitar cortarse al introducirse en el interior de la edificación, de forma que fue dejando un reguero de sangre a lo largo del pasillo y en las habitaciones que pudo registrar antes de ser sorprendido en plena faena.

Poco después, una vecina de la misma zona se percató de que alguien había entrado en su casa, con toda probabilidad el mismo sujeto. El hombre, de trato tranquilo pese al lío en el que se veía envuelto, llegó a O Terrón conduciendo un automóvil. La Guardia Civil instruye ahora las denuncias.