El TSXG ratifica los 19 años de cárcel al vilagarciano acusado de forzar a sus dos hijastras

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

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El sospechoso aprovechaba que se quedaba al cuidado de las niñas cuando su madre iba a trabajar para forzarlas

25 ene 2019 . Actualizado a las 20:57 h.

El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia confirmó este jueves la sentencia de la Audiencia de Pontevedra que impuso 19 años de cárcel a un vecino de Vilagarcía acusado de agredir y abusar sexualmente de las dos hijas de su pareja cuando eran menores de edad, hechos que tuvieron lugar entre octubre de 2012 y julio de 2015. De igual modo, se ratifican los trece años de libertad vigilada.

De este modo, los magistrados coruñeses confirman que el sospechoso aprovechaba que se quedaba al cuidado de las niñas cuando su madre iba a trabajar para forzarlas.

A la hora de argumentar esta resolución, se resalta el hecho de que la sentencia condenatoria de la Audiencia de Pontevedra es «coherente y racional en la valoración de la prueba», así como que «contiene en su desarrollo las razones que llevan a la sala a considerar la realidad de los hechos que han sido declarados probados». En este sentido, desde el TSXG destacaron la «ausencia de incredibilidad subjetiva» del relato de la menor que denunció los hechos, un testimonio que se subraya está avalado por la prueba pericial psicológica.

Y es que los expertos descartaron «la presencia de sentimientos de venganza, resentimiento u odio», además de rechazar «la existencia de presiones para testificar de manera mendaz o la presencia de alguna ventaja o ganancia secundaria». Es por ello que, según el fallo, su declaración carece de «contradicciones, vaguedades o incoherencias».

De igual modo, la sentencia también considera acreditado que el acusado se prevalió «de esa facilidad para perpetrar el delito derivada de su posición en la estructura familiar en la que vivían las agredidas».

La versión del encausado

Por su parte, durante la vista oral, el ahora condenado mantuvo que «todo fue consentido», así como aseguró estar arrepentido. En su comparecencia, describió los contactos que mantenía con la menor como una relación sentimental.

Negó, asimismo, haberla coaccionado con amenazas para que no hablase ni de los tocamientos, que habían comenzado en 2013, ni de las relaciones que se iniciaron meses después. En cuanto a la segunda de sus hijastras, mantuvo que «solo hubo tocamientos»..

Estas palabras fueron rechazadas por las víctimas. De este modo, la mayor de las hermanas insistió en que siempre trató de resistirse e, incluso, llegó a arañar a su padrastro. «Sabía que si no lo hacía, castigaba a mis hermanos», relató entre lágrimas.