Zona Aberta confía en un plante masivo al Black Friday

r.e. VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

MONICA IRAGO

Los escaparates empezarán a mostrar hoy carteles de rechazo a esta jornada de ofertas

21 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Ha llegado la hora de rebelarse contra un destino impuesto o de dejarse morir por asfixia. Y el pequeño comercio arousano parece tenerlo claro. Si en Cambados empezaron a aparecer el lunes carteles anunciando un plante al Black Friday, ayer fueron los escaparates de Vilagarcía los que comenzaron a lucir mensajes de lucha contra una jornada de descuentos especiales que al pequeño comercio no le hace ningún bien. Más bien todo lo contrario.

«Por que creemos en ti, que compraste ayer y lo harás mañana, por todo eso no al Black Friday», dicen los carteles que colocarán las tiendas que descartan participar en una tradición recientemente importada. Una de tantas llegadas desde Estados Unidos y que prevé descuentos que no favorecen al pequeño comercio, el que alumbra las calles y da vida a los pueblos.

Desde Zona Aberta apelan al consumidor, convencidos de que la mayoría entenderá sus argumentos. Y apelan, también, a la unión firme y sin fisuras de los pequeños comerciantes. Esta parece estar bien asentada en esta ocasión, o al menos eso se palpó en la reunión de comerciantes celebrada el lunes por la noche. Más de medio centenar de socios de Zona Aberta anunciaron ya que no secundarán el Black Friday y la cifra, advierten desde la directiva, será aún mucho mayor. «Esperamos superar holgadamente el 50 por ciento de los asociados», explica Rocío Louzán. De momento, apunta a que «este año se ven muchos menos carteles anunciándolo» que en ocasiones anteriores.

No habrá que esperar demasiado para comprobar si esta rebelión del pequeño comercio tiene el seguimiento esperado: solo quedan dos días, y muchos clientes ya están preguntando en las tiendas si se van a hacer o no descuentos. Sin embargo, no es la presión de los consumidores la que puede llegar a frenar la protesta en algunos comercios arousanos, sino la de las propias marcas que sirven a estos establecimientos y que, en ocasiones, acaban por hacer competencia a sus propios distribuidores a través de sus páginas webs.

Pero de esa y de otras muchas situaciones parece haberse hartado el pequeño comercio arousano. Y la oleada de indignación se está ya extendiendo por toda España.