Cuando la historia no es solo un libro de texto

Antonio Garrido Viñas
antonio garrido VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

MARTINA MISER

Los alumnos de 4.º de ESO del colegio San Francisco vivirán una clase muy especial en A Independencia

14 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Mañana, los alumnos de 4.º de ESO del colegio San Francisco de Vilagarcía tendrán una clase muy especial. Una clase al aire libre, nada menos, con el maravilloso ejercicio de descubrir a qué se debe de que la plaza de A Independencia, que allí será a donde se traslade el aula, se llame así. Allí hablarán de cómo era, cómo es y cómo será ese emblemático espacio vilagarciano. Berta Isorna es la directora del colegio y la profesora de Geografía e Historia. Y es, además, la muñidora de esa jornada tan especial.

«En el contenido curricular que acabamos de terminar está la Guerra de la Independencia. El colegio está en la plaza y siempre salen en clase las típicas preguntas: ‘¿Por qué se llama así la plaza? ¿Sabéis cuál fue el papel de Vilagarcía?’ ‘No, no sabemos’ Bueno, pues vamos a preparar un trabajo de investigación sobre ello», explica la maestra. Y a ello se pusieron. «Creo que la clase de historia está para incentivar la búsqueda, para que nos lleve a preguntarnos cosas. Y ellos tienen que buscar sus respuestas y buscar su información. Y si eso además te ayuda a buscar la historia de la tu localidad, pues es mucho más interesante», dice.

Los nombres de las calles

En realidad, desconocer a qué se deben los nombres de rúas y plazas no es algo que haya que meter en el debe únicamente de los chavales del colegio San Francisco, ni mucho menos. Le pasaría a la gran mayoría de los ciudadanos, que no saben quién es el personaje que pone nombre a su calle ni a qué se debe tal honor.

«Aquí hay una plaza, que conmemora algo. Ellos buscaron la información, que debe ser un poco detallada. Se trata de conocer un tramo de la historia de Vilagarcía a través de un hecho en concreto y, también, de despertar su interés», explica Berta. Y el hecho de que el evento histórico en concreto les roce -al fin y al cabo la plaza de A Independencia la tienen a unos metros de su colegio- estimula su participación, sostiene la profesora. «Todo lo que lleva a que los alumnos vean que la historia es más que un libro de texto les motiva. Se trata de llevarles al aprendizaje por el descubrimiento. Les gusta descubrir sobre todo aquello que está relacionado de una manera indirecta con lo que ellos viven y ven», subraya.

Y más allá de buscar la información y ponerla en el contexto adecuado, el gran atractivo para los chavales, claro está, es cambiar la rutina del día a día y que el sonido del timbre de cambio de clase no anuncie un simple cambio de libros sino una pequeña aventura. «Hacer una clase en la plaza de A Independencia, o en el puerto para hablar del sector pesquero, pues claro que motiva a los alumnos, porque salir del aula les gusta, evidentemente», afirma Berta Isorna.

El guion para mañana está claro. «Vamos a ir a la plaza de A Independencia y allí expondrán la información que han estado buscando en pequeños grupos. ¿Cuándo aparece la plaza de A Independencia? ¿Cómo surge? ¿Qué elementos podemos identificar? ¿Por qué están aquí? Allí hay un panel explicativo y siempre les pregunto si lo han leído. Nuestros alumnos muchas veces están allí antes de entrar en clase. ¿Alguien se ha parado alguna vez a leer el panel explicativo? Todos te dicen que no. Bueno, pues vamos a ir hasta allí, a leer el panel y a ver qué información encontraron», apunta.

La inminente reforma

Y claro, en este caso además, con la inminente reforma en el libro de ruta del Concello, esas obras también formarán parte de la clase. «Hablaremos también de los elementos que van a quedar. Cómo era antes y cómo va a ser. Que ellos entiendan también que asisten a un momento histórico porque la plaza como la entendimos hasta ahora va a cambiar», dice Berta.

Queda la duda de saber qué nivel de atención pondrán los chavales en una clase tan distinta a la habitual y con muchas más opciones de distraerse. «El nivel de atención mejora, porque el espacio condiciona mucho. En cuanto cambias el método los enganchas. Y, además, van a ser ellos los protagonistas, no voy a ser yo, y eso siempre les motiva para hacerlo bien. Creo que la motivación será mayor», afirma Berta. La profesora dice que el nivel de participación de los chavales es muy alto. «Todo lo que le plantees para complementar el trabajo de aula le motiva muchísimo. Todo lo novedoso les incentiva», concluye.