El torneo podría seguir como hasta ahora, dejar Vilagarcía y celebrarse en Sanxenxo o bajar el telón y poner el punto y final a veintidós años de historia
10 nov 2018 . Actualizado a las 12:34 h.Fue en 1996 cuando en el ya desaparecido campo del Mundial 82 se celebró la primera edición del Arousa Fútbol 7. Dos décadas más tarde, el torneo está inmerso en un período de indefinición en el que todas las posibilidades están abiertas. Incluso que haya llegado el momento de bajar el telón y poner el punto y final a veintidós años de historia.
Más allá del adiós de la competición que, evidentemente, sería la última de las posibilidades que sus responsables querrían tomar, hay dos opciones, al menos dos, que aparecen con fuerza. La primera es que todo quede como hasta ahora y que el Arousa Fútbol 7 se siga celebrando en Vilagarcía. La segunda es que haga las maletas y que pase a disputarse en una localidad vecina, con Sanxenxo como una posibilidad que poco a poco va cogiendo forma.
El coste emocional
«Deportivamente, foi un éxito. Polo resto, supuxo un alto custo económico, e emocional», decía Alberto Diz el pasado mes de junio en su balance de la edición del año pasado. Una edición que se caracterizó por el alto nivel y la igualdad entre los participantes y, también, por el traslado al Manuel Jiménez y al estadio de Fontecarmoa y las dificultades logísticas que esa decisión trajo consigo.
Este proceso de reflexión en el que está inmerso el comité organizador del Arousa Fútbol 7 está provocando un lógico retraso en determinadas cuestiones de organización del evento. Por poner un ejemplo, el año pasado a estas alturas ya estaba perfectamente claro las fechas en las que se iba a disputar la edición del 2018 y también que se iba a realizar el cambio al Manuel Jiménez tras los problemas que aparecieron en el torneo del 2016 en un césped de A Lomba que quedó destrozado por el mal tiempo.
Ahora, a día de hoy, todo está por definir. Incluso que el torneo indoor, que pasó a llamarse memorial Daniel Angustia el año pasado en recuerdo de un miembro fallecido del comité organizador, y que se suele disputar en el pabellón de Fexdega aprovechando las vacaciones navideñas de los niños, llegue a celebrarse. El año pasado fueron cincuenta los conjuntos de las categorías biberón y prebenjamín que tomaron parte en la competición.
Pase lo que pase con el Arousa Fútbol 7, lo que está claro es que su futuro se deberá desvelar en apenas unos días. La razón está clara: los clubes del primer nivel que comparecen en el torneo vilagarciano realizan la planificación de los torneos en los que participan sus equipos con muchos meses de antelación. Dejar pasar mucho tiempo más antes de tomar una decisión definitiva no sería lo más lógico en el caso de que se optara porque el balón siguiera rodando.