Varela solicita una entrevista con el ministro de Fomento sobre el tren

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

MARTINA MISER

El regidor quiere garantizar que el AVE a Madrid tenga una parada en Vilagarcía

17 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Si las previsiones que el Ministerio de Fomento hizo públicas hace dos semanas se cumplen, el AVE entre Madrid y Galicia estará funcionando a finales del 2020. Una fecha supeditada no tanto al ritmo de las obras como al cumplimiento de los protocolos de seguridad y su verificación en toda la línea. La noticia se rodea de un tinte agridulce por lo que respecta a Vilagarcía, ya que la capital arousana no figuraba en ninguna de las proyecciones que José Luis Ábalos presentó sobre los tiempos de viaje. Agridulce y paradójico, puesto que, por primera vez en siete años, el departamento estatal da por hecho que el ferrocarril que une Vigo y la capital comenzará a circular por el eje atlántico en dirección norte, y por lo tanto discurrirá por la estación arousana. Que se detenga o no es lo que no ha quedado nada claro. Y es en este punto en el que el alcalde socialista, Alberto Varela, quiere intervenir para garantizar una respuesta positiva.

Varela solicitó el lunes una entrevista con el ministro de Fomento, con la que espera resolver todas las dudas que desde hace tiempo suscita el mapa del AVE por lo que respecta a Vilagarcía. «Estou convencido -apuntó ayer el regidor- de que esas proxeccións se limitaban a falar das sete cidades máis poboadas de Galicia, pero non por iso van supoñer que Vilagarcía quede excluída da liña». Pese a esta certeza, el político socialista considera que se trata de una cuestión demasiado importante como para dejar cables sueltos. De ahí su decisión de pedir el encuentro con Ábalos.

No faltan motivos que justifiquen una escala en Vilagarcía del ferrocarril a Madrid. La más obvia estriba en que la infraestructura está ahí y lo lógico es que Fomento trate de buscar la mayor amortización posible de la inversión, tanto desde el punto de vista económico como desde una perspectiva social. La capital arousana, así lo subraya el alcalde de O Grove, el también socialista José Cacabelos, debe funcionar como la estación de referencia para uno de los polos del turismo en Galicia, lo que además exige un buen transporte por carretera que comunique y articule verdaderamente las comunicaciones en la comarca de O Salnés.

Varela dice comprender que, por cuestiones técnicas, no todos los servicios que realice el AVE tengan por qué detenerse necesariamente en la ciudad. «Pero si é completamente lóxico que algunhas das frecuencias si o fagan», razona el regidor vilagarciano, que llama la atención sobre el hecho de que en lugares como A Gudiña y Sanabria, separados por cincuenta kilómetros, se estén poniendo a punto estaciones que contarán con sus respectivas paradas en el trayecto entre Galicia y Madrid. En este contexto, añade el alcalde, dejar al margen del servicio a una de las comarcas más pobladas de cuantas atraviesa la línea ferroviaria no tendría sentido alguno.

La popular Ana Pastor dijo que sí, pero no sucedió

En marzo del 2014, Ana Pastor gestionaba la cartera de Fomento. La presidenta del Congreso visitó entonces la estación de Vilagarcía junto a Rafael Louzán, Tomás Fole, José Luis Rivera y Samuel Juárez, ninguno de los cuales sigue en su puesto. La política popular aseguró entonces que Vilagarcía sí dispondría de la parada a Madrid, ante la inminente entrada en vigor de la velocidad alta en el eje atlántico. Aquella promesa nunca llegó a materializarse.

Tres horas para viajar a la capital y 45 minutos para llegar a la estación de Ourense

Las proyecciones que José Luis Ábalos presentó en Galicia incluyen los tiempos de viaje entre las siete grandes ciudades de Galicia y Madrid. Se trata de una comparativa entre el trayecto actual, el que previsiblemente entrará en funcionamiento el año que viene, con la apertura del tramo del AVE entre Zamora y Pedralba, y el definitivo, con la apertura de Pedralba-Taboadela en el horizonte del 2020. Resulta curioso comprobar que sí están presentes las referencias a Ferrol y a Lugo, dos poblaciones ajenas al principal eje ferroviario de la comunidad, el corredor atlántico, mientras que del documento está ausente, en cambio, una de las principales estaciones del mismo, la de Vilagarcía.

La perspectiva del 2020 convertirá al ferrocarril en un medio de transporte altamente competitivo, siempre que los precios del billete acompañen, puesto que el viaje se reduce sustancialmente: hasta tres horas y veinte minutos en el caso de Vigo, y dos horas y cuarto en el de Ourense. ¿Qué sucederá con Vilagarcía en este esquema, de ser incluida finalmente en el servicio? La interposición de una nueva parada exigiría alrededor de diez minutos, que dejarían la capital arousana a unas tres horas de Madrid. Tampoco estaría nada mal el servicio con Ourense, que, al evitar la estación de Santiago gracias a un bypass, quedaría a unos 45 minutos de la ría de Arousa. 

La entrevista de Alberto Varela con el ministro de Fomento deberá aclarar, en definitiva, si Vilagarcía recupera la escala directa con Madrid que perdió un mal día de 1958. Entonces, el tren tardaba 16 horas y media.