El Cortegada jugará la final a cuatro de la Copa tras un ejercicio de fe frente al Arxil

Es posible que si el Cortegada hubiese ganado ayer de paliza al C.B. Arxil como lo había hecho cinco días antes en el mismo escenario frente al endeble Maristas el poso de la actuación del equipo no habría dejado ese regusto suavemente dulzón con el que los 200 aficionados largos que acompañaron al cuadro vilagarciano marcharon a sus casas tras aplaudir en pie a las pupilas de Rubén Domínguez nada más sellado su 69-68 ante el Arxil. Un resultado que materializa la presencia del conjunto vilagarciano en la final a cuatro de la Copa Galicia a la par de un Celta Zorka con el que completará el domingo la liguilla de clasificación, tras un ejercicio de fe que bien entendido, y convenientemente repasado en vídeo, regala uno de esos buenos puñados de lecciones con las que vienen cargadas las derrotas, pero sin su sabor agrio.

La pretemporada explica parte de los males que lastraron al Cortegada para hacerlo remar a contracorriente en el marcador buena parte de su derbi con el Arxil. Las de Mayte Méndez, con la ex del cuadro vilagarciano Arantxa Mallou y la tres Sierra Clark especialmente entonadas, pronto voltearon el 3-0 de salida aprovechando la espesura local en ataque con Salomé ejerciendo de directora de juego. Las pretemporadas están para cosas así, para experimentar y engrasar alternativas que sumen cuando la Liga plantee una final cada semana. Y ayer el Cortegada vio su ataque, todavía verde a falta también de acoplar a las novatas Sangalli y Shaw a la dinámica de juego vilagarciano, mermado por ello.

De un 13-13 en el minuto 8,28 se pasó al 15-28 a 4,21 para el descanso, con el Cortegada pasándose 6,10 sin anotar. La aparición de Sara, ya como base, y de Andrea Ríos revolucionó entonces el ataque arousano, liderando una remontada que tras el 29-33 en el paso por vestuarios se acabaría materializando mediado el tercer acto, con canasta de la pívot canterana tras rebote y costa a costa de Míriam.

Pero todo lo que había hecho de bueno Andrea lo acabó devolviendo en negativo en los minutos finales del tercer cuarto, con dos pérdidas y dos faltas, incluída una en ataque y la cuarta personal.

El Arxil, ya con Mestres y María Lago como estiletes, y Mallou muy activa, entró en el último cuarto 47-53, para dispararse a 49-60 a 6,15 del final del encuentro coincidiendo con la quinta falta de Andrea que, además, otorgaba el bonus al cuadro visitante. Dos triples de Salomé antes y después de un tiempo muerto de su entrenador mantenían a flote al Cortegada, pero con la sensación de ver a un Arxil con el partido controlado; más aún ante los paupérrimos porcentajes de acierto en el tiro de las vilagarcianas.

Pero cuando una técnica a Rubén con tiro libre transformado por Lago parecía encarrilar el triunfo de las del Lérez a 4,10 del final (57-66), se produjo ese esporádico efecto bumerang. Dos canastas rápidas de Shaw y otra de Salomé en penetración pusieron el 63-66, y Loureiro, Sangalli y a 29 segundos Shaw completaron una remontada de fe impulsada por la afición local y blindada por Sangalli al cortar un pase de Mallou a Clark bajo aro en el último ataque del Arxil.

Parciales (y marcador) cada cuarto: 13-18, 16-15 (29-33 al descanso); 18-20 (47-53) y 22-15 (69-68, resultado final).

Árbitros y personales: Diego Domínguez y Martín Trasancos. Señalaron 20 faltas al Cortegada, incluída una técnica a su entrenador, Rubén Domínguez por 18 al C.B. Arxil. Eliminada Andrea Ríos por cinco personales (minuto 33,45).

Salomé García (13), Sara Gómez (9), Cristina Loureiro (17), Izabella Sangalli (6) y Hannah Shaw (13) -quinteto titular-; Andrea Ríos (11), Míriam García y Jéssica Santorum

Carla Fernández (9), Arantxa Mallou (12), Sierra Clark (13), María Lago (15) y Sanea Williams (4) -quinteto titular-; Gala Mestres (13), Alessandra Ghiselini y Díaz-Pache (2)

---

---

---