Una planta causa un aluvión de ruedas pinchadas en el paseo a Carril

Pequeños, extraordinariamente duros y dotados de unos agudos pinchos. Esos elementos, parte de unas plantas que crecen al borde del paseo marítimo que discurre entre Vilagarcía y Carril, se han convertido en un quebradero de cabeza para los usuarios de las bicicletas. Sean lo que sean, tienen la fortaleza suficiente para inutilizar las ruedas de estos vehículos. Lo afirma, sin dudarlo, Ramón. Él lleva años cruzando ese paseo cuatro veces al día, casi siempre dándole al pedal. «La verdad es que nunca los había visto. Pero en las últimas dos semanas, he pinchado dos veces por su culpa».

El suyo no es un caso único. «He hablado con más gente que hace el mismo recorrido y también les ha pasado. El otro día, un niño pinchó las dos ruedas», relata Ramón. Del escenario que describe pueden dar fe en Motobazar, una céntrica tienda de bicicletas de Vilagarcía. Su responsable, Rocío Louzán, recibe cada día más de una decena de bicicletas que necesitan que sus ruedas sean parcheadas. La mayoría llegan cuajadas de esos elementos, de color arena. «El año pasado hubo un par de casos, pero esta vez es una barbaridad. Quizás la planta se haya extendido a más zonas», relata. El caso es que «nos traen muchas bicicletas, algunas con las dos ruedas pinchadas, y las dos por la misma razón», explican desde la tienda. Ayer, a media mañana, ya había cinco vehículos a la espera de ser reparados. «Cuando entran ya les digo ‘vienes del paseo’, y casi siempre acierto», cuenta.

Según la experiencia de sus clientes, hay una zona en la que estos elementos vegetales se concentran. Sería la que discurre entre el final del carril bici y el punto en el que antes se ubicaba el acuario de la playa. Pero, en realidad, la presencia de esos pequeños enemigos de las bicis se extiende a lo largo de todo el recorrido. «Es verdad que en esa zona hay muchos, pero llegando a Carril también hay bastantes», asegura Ramón. En algunos puntos, indica, la concentración es tal que «parece que alguien los hubiera puesto a propósito para hacer daño». Y es que ni sus ruedas, de tacos, logran librarse de los pinchazos.

¿Retirada manual?

Las quejas ya han llegado a Ravella y, ante su multiplicación, el gobierno local de Vilagarcía (PSOE) ha tomado nota de ellas. De momento, la concejalía de Medio Ambiente se ha dirigido a la Estación Fitopatolóxica de Areeiro, dependiente de la Diputación, para intentar identificar la planta que está provocando tantos dolores de cabeza a los ciclistas vilagarcianos, comprobar si es autóctona o foránea y, a partir de ahí, evaluar posibilidades de erradicarla de la zona de la playa, donde el calor y el sol del verano han convertido la pradera de la parte superior del arenal en un campo de hierba seca. La respuesta a su consulta todavía no ha llegado. Pero lo cierto es que, ya en las primeras consultas realizadas vía telefónica, desde Areeiro se le ha advertido a Ravella de que es más que probable que cualquier operación que se ponga en marcha tenga que basarse en el trabajo manual.

Ravella, pendiente de una reunión para hablar de ampliar el carril bici

Puede que no sea fácil, pero parece evidente que algún tipo de solución habrá que buscar ante este inesperado problema. Y es que, al fin y al cabo, este ha surgido, precisamente, en la zona por la que el gobierno local de Vilagarcía tiene previsto acometer la ampliación del carril bici. Sobre ese proyecto, que será financiado por la Administración local, está pendiente una reunión con Costas del Estado. Un encuentro para el que, de momento, no hay fecha fijada.

Por lo demás, el alcalde Alberto Varela informó ayer de que el gobierno local se ha puesto en contacto con la empresa que ejecutó le reforma de la primera parte del paseo, financiada en este caso por Costas, y que desde la firma le ratificaron su disposición a acometer las mejoras reclamadas por Ravella. «Tienen muy claras las cosas que tienen que mejorar, y en los próximos días contactarán para ver cuándo se pueden solucionar», afirmaba el regidor.

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