«Mi amiga Dulce Pontes me abrió las puertas del mundo»

daniela de amorín VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

MARTINA MISER

Un problema de salud impedirá a la artista estar hoy en el escenario con Juan Carlos Cambas, según acaba de trasladar el músico al Concello de Vilagarcía

17 ago 2018 . Actualizado a las 11:14 h.

Natural de Argentina, hijo de emigrantes gallegos y asentado en Vilagarcía desde hace más de una década. Juan Carlos Cambas es un virtuoso del piano que ha colaborado a lo largo de su vida con grandes artistas como la gran Mercedes Sosa. Hoy, a las once de la noche, en A Xunqueira, repasará sus 25 años de carrera en compañía de sus amigos Daniel Casares, Suna Rocha, Uxía, Rosa Leiro, Cristian Silva, Davide Salvado, Margarita Guerra y Manolo Gómez. Dulce Pontes, finalmente, no podrá estar en el escenario.

-Empezó a tocar el piano desde muy pequeño, pero como no tenía uno propio se lo prestaba una vecina ¿Cómo es esa historia?

-Sí, mi mamá era portera en un edificio y la señora del cuarto había sido profesora de música y tenía un piano. Ella me lo ofreció para practicar los sábados y yo estaba deseando toda la semana que llegase ese día. Pero luego, como era muy poco, mi mamá me inscribió en el conservatorio, pero en guitarra, porque decía que era un instrumento más fácil de comprar. Después de llorar y patalear mucho, me cambió.

-Y teniendo una vocación musical tan latente, ¿por qué decidió estudiar arquitectura?

-Bueno, porque mis padres querían que hiciese una carrera. Ellos, que emigraron desde aquí a Argentina muy de jóvenes y huyendo de la posguerra, nunca tuvieron la oportunidad de estudiar ni primaria. Entonces era algo que no dependía solo de mí.

-¿Cómo empezó en el mundo de la música folk?

-Después de estudiar música clásica me di cuenta de que no me gustaba nada y, por casualidad, llegó a mis manos un disco de Mercedes Sosa, que acabó siendo mi amiga y mi maestra.

-En Argentina ya era un músico conocido, pero al volverse a Galicia con su familia tuvo que empezar de cero. ¿Cómo fue ese inicio?

-Fue duro al principio. No conocía a nadie, ni nadie a mí, así que tuve que trabajar de todo hasta que conseguí un trabajo como arquitecto. Pero con la crisis de la construcción era mi momento perfecto para volver a la música y empecé a tocar en hoteles.

-Y poco a poco se fue acercando a grandes artistas gallegos. ¿Cómo lo recibieron, con los brazos abiertos?

- La verdad que sí, pero lo cierto es que con un disco grabado con Mercedes Sosa traje un aval muy grande. Me acerqué a Carlos Núñez porque era el referente gallego que tenía más presente. Luego conocí a Uxía, que la vi por primera vez en la estación de tren y acabó siendo mi amiga. Y después coincidí con Dulce Pontes y, a partir de ahí, no nos separamos más. Dulce me abrió las puertas del mundo. Gracias a ella estoy tocando en los mejores auditorios del mundo.

-Algunos de estos artistas amigos le acompañarán hoy en un concierto en A Xunqueira. ¿Por qué es una cita tan especial?

-Pues, en efecto, será un concierto muy especial porque resume mis veinticinco años en la música y mostrará esa fusión transoceánica que muestra la conexión de Galicia con América. No puedo estar mejor rodeado y, además, hace mucho que no actúo en Vilagarcía.