Un centenar de chavales ocuparán y redescubrirán su ciudad, arrebatando al tráfico calles como Conde Vallellano
04 ago 2018 . Actualizado a las 20:59 h.El desarrollo de los espacios urbanos en las últimas décadas ha convertido las ciudades en una especie de calabozos estanco que los niños sufren particularmente. Los chavales viven en casas que son como cajas, acuden al colegio en coches que son como cajas y van a jugar a parques que también son cajas. Contribuir a recuperar las calles para la gente, arrebatándoselas al tráfico, es uno de los objetivos que la concejalía de Urbanismo, que dirige Paola María, se ha fijado desde el inicio del mandato. Su departamento colabora con el área de Xuventude, que gestiona Sonia Outón, para desarrollar una actividad que busca, precisamente, una mirada distinta de los vilagarcianos más pequeños, su redescubrimiento de Vilagarcía, su apropiación de la ciudad: que ellos sean, como alguna vez lo fueron, los protagonistas del espacio público.
El programa A Vilagarcía do mañá se desarrollará la semana que viene, entre el lunes y el viernes, y en él participarán los 110 chavales que acuden al campamento urbano y a la ludoteca de A Escardia. Con edades comprendidas entre los tres y los nueve años, los más pequeños tendrán como centro de actividades la plaza de A Peixería mientras que sus compañeros más mayores podrán desplegar a sus anchas sus actividades en lugares como la plaza de Galicia y la propia calle Conde Vallellano, que de hecho será cortada al tráfico tanto el jueves como el viernes.
Diseñado por la compañía Post Arquitectos, A Vilagarcía do mañá convertirá la ciudad en un campo de juegos en el que los niños puedan actuar desde un nuevo punto de vista, con el paseo y la observación, el movimiento y la activación de sus sentidos como herramientas básicas. Pongamos algunos ejemplos. Los pequeños participantes transmitirán sus sensaciones acerca de la ciudad a través de dibujos y, a su manera, serán ellos quienes marquen los primeros recorridos por sus calles y plazas. Transformarán algunos de estos espacios, A Peixería, sin ir más lejos, con diferentes elementos que podrán manipular y valorar, incluso globos que finalmente harán estallar como en una particular mascletá. Con ellos invadirán lugares que normalmente les son vedados.
Todo se desarrollará bajo la guía de una veintena de monitores, cuyo número se duplicará en las dos jornadas finales. La iniciativa contará con la colaboración de la asociación LAR y tenderá sinergias hacia el Festiclown, el festival de arte cómico que se desplegará, también, la próxima semana. «A nosa xeración foi a última en gozar dunha cidade que non estaba feita de espazos acoutados, trátase de que os nenos recuperen aquel protagonismo», señalan María y Outón. Unos niños que, por cierto, concluirán formulando su propio modelo de ciudad.
Conde Vallellano será cortada al tráfico motorizado tanto el jueves como el viernes