El Puerto asegura que Ravella no ha pedido por escrito el semáforo para O Ramal

Antonio Garrido Viñas
antonio garrido VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

MONICA IRAGO

Franco reclama al Concello que no responsabilice de los problemas de tráfico de Vilagarcía a la comunidad portuaria

31 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

«La Autoridad Portuaria de Vilagarcía lamenta que el gobierno local y su alcalde pretendan responsabilizar a la Autoridad Portuaria de los problemas de tráfico que padece la ciudad». Así comenzó Sagrario Franco su comparecencia de ayer ante los medios de comunicación, que justificó con rotundidad: «No solemos ofrecer ruedas de prensa sobre estos asuntos», dijo, pero está claro que la tensión entre Ravella y el Puerto se encuentra en plena escalada.

La salida a escena de la presidenta se produjo para desmentir, tajantemente, que desde Ravella haya llegado de manera oficial una petición al organismo portuario para colocar un semáforo en O Ramal que contribuya a aliviar la tensión que sufre el tráfico en la avenida Rosalía de Castro por el continuo paso de peatones entre el parque Miguel Hernández y la playa de A Concha. «Resulta cuando menos sorprendente que el gobierno local acuse al puerto de demorar la respuesta a una solicitud, la de instalación de un semáforo en un paso de peatones en vial de dominio público, que ni siquiera ha presentado por escrito y de manera oficial», afirma Sagrario Franco.

«Normas de cortesía y lealtad»

La presidenta pide a Ravella que cumpla «las más elementales normas de cortesía y lealtad institucional» y lanza al gobierno socialista toda una serie de reproches: «Demora la tramitación de expedientes, desoye peticiones de reuniones y de información, evita dar respuesta a escritos y, en general, pretende ningunear a esta Autoridad Portuaria, pese a que el Puerto -sostuvo Franco- es el principal motor económico de la ciudad».

Para Sagrario Franco, lo que define como el «último ataque al Puerto del alcalde» no es más que una cortina humo. «La acusación de que la Autoridad Portuaria agrava la situación del tráfico sería risible si no fuese reflejo de una visión distorsionada de la realidad y de una concepción partidista de la gestión pública», concluyó la presidenta.