Jordi Aragonés inicia su séptimo verano con la selección española

VILAGARCÍA DE AROUSA

ENRIQUE CALVO - feb

El preparador físico vilagarciano trabaja desde ayer en Palma con la mira en el Mundial de Tenerife

27 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

-«¿Una rutina? Desde que debuté en el 2012 cada verano siempre he recibido la llamada de la selección española. Es el séptimo verano que voy. Se le puede llamar rutina. ¡Ojalá dure mucho más!».

Prácticamente recién llegado a Palma de Mallorca, Jordi Aragonés atendía ayer a La Voz de Galicia. Lo hacía poco antes de iniciar la primera sesión del largo verano de trabajo con el que el combinado de Lucas Mondelo pretende dar la campanada, y hacer del factor cancha el elemento que acabe de desequilibrar la balanza frente a la todopoderosa EE.UU en la Copa del Mundo de septiembre en Tenerife. Un reto en el que el trabajo del preparador físico vilagarciano se antoja crucial, después de haber conseguido afinar con anterioridad el físico de la plantilla hispana hasta alcanzar una armonía sublime traducida en la sucesión de podios internacionales por año coleccionados por España, incluídos dos títulos continentales.

Con 16 baloncestistas -Nogaye Lo se incorporará el día 30 tras participar en los Juegos del Mediterráneo- trabajarán Mondelo y su cuerpo técnico hasta el 6 de julio en Palma. Una primera concentración que España cerrará con dos amistosos ante Japón los dos últimos días. Hasta entonces, explica Aragonés, el cronograma de trabajo se centra en «una toma de contacto inicial para empezar los controles a nivel físico y médico, así como trabajo de los entrenadores a nivel técnico-táctico».

Finalizada la primera concentración cada jugadora se llevará sendas pautas personalizadas de trabajo físico que Jordi diseñará para cada una de ellas, a fin de que «lleguen en la forma idónea para empezar la segunda concentración, el 22 de agosto». Un segundo bloque de preparación de 30 días de duración, con estancias y torneos en Valencia, Cáceres y, finalmente, Tenerife, donde el 22 de septiembre España arrancará la carrera de nueve días por jugar la gran final y, por qué no, mejorar el subcampeonato del 2014 en Turquía.

Sin necesidad de aguardar a que avance la primera concentración, el preparador físico del Wisla Can Pack de Cracovia da por hecho que tendrá todas las facilidades del mundo para conseguir de la plantilla de Mondelo lo que le debe pedir: «A este grupo de jugadoras no me hace falta concienciarlas de nada. Son superprofesionales», dice. A ello, añade, se suma el hecho de que con «8-9 jugadoras fijas» prácticamente desde el origen del ciclo virtuoso de la era Mondelo en el 2012, con un cuerpo técnico igual de estable, «tenemos una forma de trabajar muy parecida todos los años, porque con ella nos ha ido perfectamente», comenta Aragonés, que coincide con el seleccionador cuando este dice que «no somos una selección, somos un equipo; trabajamos con una dinámica de club. Somos como una pequeña familia. Nos reunimos, nos juntamos, lo pasamos bien y trabajamos. Es una característica que nos ha hecho llegar a donde llegamos».

Sin dejar de lado la preparación de la selección, tras la primera concentración Jordi volverá a Cracovia junto a su mujer, Kinga, y su hija, Alice, para disfrutar de unas cortas vacaciones en Vilagarcía antes de iniciar la fase dos del asalto a la Copa del Mundo.