Encadenan el portal de un edificio de Vilagarcía para evitar que lo asalte O Bicho

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

MONICA IRAGO

Los propietarios en el que se refugiaba Iván Dieste rompen a las bravas las lunas de su portal para encadenar la puerta y evitar que siga entrando

23 may 2018 . Actualizado a las 07:47 h.

A grandes males, estrepitosos remedios. Desde hace un tiempo, Iván César Dieste, más conocido por su apodo de O Bicho, se busca la vida como puede para encontrar un techo bajo el que dormir. La veintena larga de delitos que se le atribuyen, varios de ellos aderezados con amenazas y arrebatos de violencia, no contribuyen, precisamente, a fomentar su popularidad como inquilino. No hay más que recordar la forma en la que abandonó el trastero que había transformado en su refugio, en el mismo portal en el que vive su familia: detenido y camino del Hospital do Salnés después de amenazar a su hermano con una pistola de fuego real que, sin embargo, estaba descargada. A partir de entonces, Dieste se aficionó a un piso de la calle Ramón y Cajal, situado a un paso de los jardines de Ravella, que ya conocía bien. Básicamente, porque fue uno de los escondites que le permitieron dar esquinazo durante cuatro meses a las fuerzas del orden cuando, en el 2016, se convirtió en el delincuente más buscado de Vilagarcía. Ahora, los propietarios del edificio en cuestión han optado por una llamativa manera de impedirle la entrada. El domingo, ni cortos ni perezosos, rompieron las lunas del portal para clausurar sus dos hojas con tres cadenas de robusta apariencia.

La solución, que desde el punto de vista de la efectividad no tiene discusión, no parece, en cambio, la más segura. No para el propio Bicho, ni tampoco para los dueños del edificio, sino para los muchos chavales que frecuentan esta zona del centro de la ciudad, peatonalizada desde hace años. Basta darse un paseo por Ramón y Cajal por la tarde, especialmente durante los fines de semana, para comprobar cómo los niños juegan en torno a este portal. Tal y como han quedado las lunetas, rotas de cualquier manera y a las bravas, cualquiera que se descuide y les eche una mano puede estar seguro de que se llevará un buen corte de propina.

La drástica iniciativa de la propiedad es el último paso de una secuencia que se inició el día 2, cuando Dieste fue detenido por enésima vez. En esta ocasión, con una diferencia: no se trataba de un robo ni de un asalto, sino de una acusación por violencia contra la mujer. Concretamente, contra una antigua pareja, que interpuso la denuncia contra él.

El arresto se produjo en la vivienda a la que O Bicho había regresado, por el expeditivo método de destrozar la cerradura del apartamento. Cansados de las continuas incursiones de Dieste, los dueños del edificio, cuyos pisos están deshabitados en estos momentos, decidieron cambiar el cierre del portal la semana pasada. Aunque lo intentó a golpes, el hombre no pudo acceder entonces al interior del bloque, pero sí lo consiguió el propio domingo, horas antes de que la propiedad optase por encadenar el portal y listo.

Es el mismo lugar que utilizó como escondite durante su huida de cuatro meses en el 2016

Cuatro detenciones tras su liberación, en diciembre

Tras caer junto a un compinche en la vivienda en la que ambos se refugiaban, en Cea, O Bicho permaneció un año a la sombra, hasta que el juzgado consideró que no existía riesgo de fuga y decidió ponerlo en libertad. Desde entonces han transcurrido cinco meses en los que Dieste ha sido detenido en cuatro ocasiones distintas. Por armar un altercado y dañar un vehículo policial en San Roque, por encañonar a su hermano con una pistola, por participar en una bronca en A Coca y por violencia contra la mujer.