Según explica Ravella, durante la visita los niños podrán ver la plaza «en plena efervescencia». El funcionario responsable del mercado hará de guía para los chavales, y se someterá de buen grado a todas las preguntas que estos puedan formular. A estas también estarán expuestos los vendedores de los distintos productos que se pueden adquirir en la plaza: desde pescado a congelados. «Ademais de revalorizar o mercado tradicional e divulgar a calidade e frescura do produto que nel se venden, a actividade quere incidir nos bos hábitos de alimentación dos nenos e nenas».