O Bicho añade la violencia machista a su largo historial de acusaciones

serxio gonzález / m. santaló VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

SERXIO GONZALEZ

Fue detenido en el piso en el que se refugiaba, tras ser denunciado por una mujer

03 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Iván César Dieste durmió esta noche en un lugar que conoce bien: los calabozos de la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía en Vilagarcía. El hombre, de 32 años, conocido popularmente por su apodo de O Bicho, fue apresado ayer por la mañana en la calle Ramón y Cajal, donde se ubica el apartamento en el que se refugiaba desde que, hace semanas, tuvo que abandonar el trastero de Ramón Cabanillas que había adoptado como cubil. Por primera vez, que se sepa, no cayó por un asalto, un robo o un episodio de agresión común, sino acusado de un delito de violencia de género. Fuentes policiales confirman que una mujer, que afirma ser su pareja, interpuso la denuncia que condujo a su enésima detención.

La anterior caída de O Bicho se había producido hace apenas dos semanas, después de que empuñase una pistola a lo largo de una discusión con su hermano. La bronca tuvo lugar en el trastero del mismo portal en el que vive su familia, que Dieste había convertido en vivienda ocasional. Tras pasar a disposición judicial y quedar de nuevo en libertad, el hombre decidió regresar a un piso en el que ya se había alojado tiempo atrás, durante aquellos cuatro meses en los que se ganó a pulso la etiqueta de delincuente más buscado de la capital arousana, dando esquinazo a la policía y a la Guardia Civil.

Dieste debió de reventar la puerta del apartamento a golpes. Nada extraño, puesto que el portal en cuestión apenas está ya habitado, después de la larga secuencia de alquileres más que broncos y discutibles que su anterior propietario permitió en pleno centro de la ciudad. Habrá que ver qué sucede en el momento en que hoy testifique de nuevo en los juzgados, pero tampoco sería raro que intentase regresar al mismo piso en el caso de que sea puesto en libertad, también por enésima vez.

Sea como fuere, el dispositivo que ayer se desplegó en Ramón y Cajal constaba de dos coches patrulla y un vehículo camuflado. O Bicho había salido y entrado varias veces del portal antes de que la Policía Nacional estacionase frente a él. Los agentes subieron hasta el cuarto piso y apenas emplearon unos minutos en echarle el guante a Dieste, que por lo que parece no ofreció mayor resistencia antes de ser conducido a la planta baja e introducido en uno de los automóviles mientras se tapaba el rostro con una chaqueta. El individuo, que el fin de semana había participado en una violenta gresca en el parque de A Coca, llevaba vendada una de sus manos.

El individuo había reventado hace

días la puerta del apartamento, en el centro de Vilagarcía

Cinco meses de peleas, tenencia ilícita de armas y paseos con un puñal

Acusado de una veintena larga de robos, asaltos y agresiones antes de ser encarcelado, en diciembre del 2016, O Bicho no ha hecho más que engrosar su historial de acusaciones desde que fue puesto en libertad, un año más tarde, al considerar la jueza que se encargaba de su caso que no existía riesgo alguno de fuga. Algo de razón debe de asistir a su argumentación, a la vista de que en los últimos cinco meses, si algo no ha hecho Dieste, es, desde luego, abandonar Vilagarcía.

Que se sepa, el tipo ha sido detenido en tres ocasiones desde su regreso a las calles. La primera, en marzo, tuvo su origen en la sustracción y rotura de un macetero en un establecimiento comercial. Dieste se paseó por el medio de la calzada, en San Roque, para acabar causando daños a un vehículo policial al resistirse a ser apresado. El siguiente episodio tuvo lugar hace dos semanas, en el trastero en el que se había cobijado. Tras empuñar una pistola que no estaba cargada, fue trasladado al Hospital do Salnés en un profundo estado de excitación y finalmente confinado en los calabozos de Comisaría. Acusado de un delito de tenencia ilícita de armas, la jueza estableció la obligación de que acudiese al juzgado una vez al mes. Este mismo domingo se vio involucrado en una pelea en el parque de A Coca. Se escapó después de recibir atención por una herida en el ambulatorio de San Roque. Hasta ayer. No es infrecuente ver a O Bicho paseándose con un puñal o una navaja. La Fiscalía pide para él siete años por las tres causas que tiene abiertas.

«Este ya no es Iván; es la droga la que actúa por él»

Dos conocidos de Iván César Dieste contemplaron cómo la policía se lo llevaba una vez más. «Aunque puedas pensar otra cosa, en el fondo nunca fue mal chaval, pero este ya no es Iván; es la droga la que actúa por él», indicó uno de ellos. Durante los últimos días, O Bicho se había dejado ver bastante por la calle Ramón y Cajal. En ocasiones, en compañía de una mujer delgada con la que nunca se le había asociado. Tal vez la misma que acabó denunciándole.