Una grúa, lanchas y coches pueblan los depósitos municipales de Arousa

Maruxa Alfonso Laya
m. alfonso VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

MARUXA ALFONSO

Los objetos que los juzgados intervienen terminan abandonados en estas dependencias

25 mar 2018 . Actualizado a las 21:43 h.

Una lancha aparece quemada en una playa de Arousa en una operación frustrada de narcotráfico. Interviene el juzgado y ¿dónde termina la embarcación? Pues lo más probable es que acabe en el depósito municipal del Concello correspondiente. Lo mismo sucedía, hasta hace poco, con los coches que eran embargados por orden de los tribunales o de la Seguridad Social. No es de extrañar así, que en el inventario de estas instalaciones figure desde una grúa, intervenida en su día en un edificio de O Grove, hasta el coche en el que una pareja de ladrones, que posteriormente fue conocida como Bony And Clide, huyó de las fuerzas del orden por las carreteras de Arousa. Los concellos se quejan de que pasan años antes de que nadie se haga cargo de estos objetos y que muchos terminan siendo víctimas de los ladrones o suponiendo un gasto para las arcas municipales cuando llega el momento de entregarlos a un gestor autorizado.

En el depósito municipal de Cambados son los coches embargados los que ocupan más espacio, explica el concejal de Facenda, Xurxo Charlín. Entre ellos hubo alguno que se hizo famoso, como el que utilizó una pareja de ladrones para escapar de la Guardia Civil. El vehículo llegó a las dependencias municipales después de que fuera intervenido por el juzgado. Harto de que ocupara espacio, el Concello preguntó al juzgado si se podía deshacer de él. Y cuando recibió la correspondiente autorización lo hizo. En este caso, la truculenta historia tuvo un final feliz, pues el turismo fue donado a un centro de formación para que los alumnos de mecánica pudieran realizar prácticas.

También al depósito de Vilagarcía llegan, principalmente, coches. Explican desde el Concello que los objetos que aquí terminan tienen un cuádruple origen: los juzgados, Hacienda, Tráfico y la unidad de recaudación de la Seguridad Social. En este municipio tuvieron verdaderos problemas cuando estas dependencias estaban instaladas en la calle Santa Lucía. Desde que se trasladaron a Rosalía de Castro la situación ha mejorado, aunque sigue habiendo falta de espacio. Por eso remiten, periódicamente, un oficio al juzgado para que le permita deshacerse de los objetos intervenidos. En cuanto obtienen la autorización, los coches se peritan y se remiten al desguace sin más tardanza.

Los restos de una obra

Muchos han sido los objetos curiosos que han pasado por el depósito municipal de O Grove. La lista empieza por las lanchas que aparecen quemadas en alguna de las playas de esta localidad después de haber participado en operaciones frustradas de narcotráfico. La primera de ellas llegó a A Lanzada y, de allí, pasó años en el depósito municipal. En esa instalación estuvo años, durante los que fue perdiendo parte de sus componentes, desde los motores hasta la hélices, a manos de los amigos de lo ajeno. La segunda llegó a la playa de Raeiros y su destino fue el mismo. Ambas embarcaciones terminaron en la basura, tras pasar por un gestor autorizado, pero años después de que fuesen intervenidas.

En las dependencias mecas todavía hay más. Queda guardada una grúa de obra. Allí llegó también de la mano del juzgado, que la intervino en una obra. Y allí sigue desde entonces. Acumulando polvo y, sobre todo, ocupando espacio en el almacén municipal de Monte das Flores. Comparte espacio con señales, unas marquesinas que se retiraron y las farolas que, periódicamente, se sacan de unas calles y se reciclan en otras. Objetos, estos sí, propios de una instalación de almacenamiento como esta.

Los embargos de vehículos se hacen ahora en los domicilios o en la vía pública

Buena parte de los objetos que los concellos se ven obligados a confiscar son coches. Vehículos que se utilizan para saldar deudas, que se ven inmersos en procesos de separación o que, simplemente, quedan intervenidos por orden de la jefatura de Tráfico. Si el municipio en cuestión cuenta con un depósito municipal en condiciones, no hay problema. Allí se van almacenando hasta que el juzgado autoriza su destrucción. El problema es que, en muchos casos, los concellos carecen de un espacio en condiciones para almacenar tanto vehículo. De ahí que, en los últimos tiempos, se esté autorizando que los coches intervenidos puedan quedar en el domicilio del afectado o en la vía pública.

O Grove es una de esas localidades que carece de un depósito adecuado para guardar los vehículos. La instalación de Monte das Flores no cumple los requisitos, pues se encuentra en un lugar alejado, donde es fácil que entren los ladrones. De ahí que desde hace un tiempo la Policía Local haya tomado la decisión de dejar en la vía pública, o en una propiedad del afectado, el coche intervenido. También en Vilagarcía están optando por esta medida. Y es que durante los años duros de la reciente crisis económica fueron muchos los propietarios que se quedaron sin vehículo para hacer frente a impagos. Ahora, añaden los agentes mecos, la mayoría de los coches intervenidos son propiedad de empresas que no están al día de sus recibos con la Seguridad Social.

La medida de permitir que los embargos no tengan que ser depositados en una instalación municipal ha contribuido a aliviar parte del problema de almacenamiento. Pero ha generado otro en las calles. Porque algunos de estos vehículos se quedan abandonados y ocupando espacio en la vía pública durante años.