Vilagarcía se sube al ferrocarril de «Bienvenido Mr. Marshall»

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

cedida

Los temporales obligan de nuevo a Renfe a hacer pasar el Alvia a Madrid por la estación, sin que pare

20 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Que la vía del Miño merece un lugar en los museos del ferrocarril es algo que los avatares meteorológicos y las arrancadas incendiarias, entre otros factores, demuestran una y otra vez. Pese a ello, Fomento y el empeño de Vigo en que el Alvia que comunica la ciudad con Madrid siga transitando por sus anquilosados raíles, a la espera de que el Gobierno active la incumplible promesa de invertir dos mil millones de euros en la variante de la alta velocidad en Cerdedo, continúan frenando la posibilidad de que el ferrocarril hacia la capital se detenga en Vilagarcía.

Ocurrió en las últimas oleadas de incendios, que dejaron impracticable la comunicación directa entre Vigo y Ourense, y sucede ahora, con los desprendimientos que los temporales propiciaron en el tramo que media entre Arbo y Frieira. A Renfe no le quedó más remedio que coger el Alvia que cada mañana zarpa de Pontevedra a las 8.18 y, en lugar de dirigirlo por el sur, hacer que parta de Vigo para encaminarlo por el eixo atlántico hacia norte, pasando por Vilagarcía y Santiago hasta alcanzar Ourense. Lo mismo sucede con el servicio de la tarde que sale de Madrid.

Esta es la razón por la que los usuarios de la estación podrán contemplar durante unos días cómo un tren de última generación circula por las vías centrales, las que no disponen de andenes, como una centella sin hacer el mínimo ademán de detenerse. Que a la ciudad le convendría una escala directa ya no solo con Madrid, sino también con Ourense, parece obvio. El último equipo de Zapatero lo dejó apalabrado antes de hacer las maletas. Aquí, sin embargo, seguimos viéndolo pasar como los habitantes de Villar del Río vieron circular los cochazos del amigo americano en la genial pieza de Berlanga: compuestos y sin parada. Lo saludamos, eso sí, con alegría.