Ravella y Costas analizan el plazo de conclusión del paseo marítimo

Aunque la primera fase de la regeneración del paseo marítimo entre Vilagarcía y Carril está lista en muchos de sus tramos, será difícil que la obra al completo esté concluida a tiempo para la temporada de Semana Santa. Faltan quince días para las jornadas centrales de las vacaciones y la secuencia de lluvias que se abaten sobre las Rías Baixas ha ralentizado los trabajos que la empresa pública Tragsa acomete bajo el paraguas de la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y el Mar, perteneciente al Ministerio de Medio Ambiente. En estos momentos, acumulan alrededor de tres semanas de retraso frente a la previsión inicial, que apuntaba a que la intervención estaría rematada a finales de febrero. Estas y otras cuestiones serán abordadas mañana en una reunión que el alcalde de la capital arousana, el socialista Alberto Varela, mantendrá con los responsables de Costas en la provincia de Pontevedra.

Los plazos reales para la conclusión de este primer paso de la reforma del paseo tendrán mucho que ver con lo que caiga del cielo. Por lo pronto, la previsión de lluvias obligó ayer a los operarios a trabajar a buen ritmo para avanzar en el tramo más atrasado, el que media entre la playa de A Covacha y el lavadero, antes del temporal que los cálculos meteorológicos señalan para hoy. Todo lo contrario sucede hacia el sur, entre el balneario de A Compostela y el muelle de O Ramal, ya finalizado y en perfecto uso.

Algunos viandantes se preguntaban ayer qué va a suceder con la extensión que media entre el balneario y el lavadero, cuyas piezas de pizarra no han sido levantadas. La respuesta es sencilla. Costas afronta esta obra en dos fases. La primera, la que está en marcha, actúa desde los extremos del paseo, en O Ramal y en Carril, para avanzar hacia el centro del corredor peatonal. Pero se detendrá precisamente en el lavadero, por un lado, y en el entorno del parque de A Compostela, por el otro. El espacio intermedio será objeto de la segunda fase, que el ministerio tendrá que ejecutar a lo largo de este año con cargo a los Presupuestos Generales del 2018, que, como es bien conocido, no han sido aprobados. Este es otro de los puntos que Ravella quiere aclarar, puesto que obviamente no es lo mismo que la obra se concluya con partidas económicas prorrogadas que aguardar a que el Gobierno que preside Mariano Rajoy logre ya no sacar unas cuentas adelante, sino tan siquiera presentarlas en el Congreso. Sobra, en definitiva, los motivos.

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