Vilagarcía reacciona ante el índice de criminalidad más elevado de Galicia
VILAGARCÍA DE AROUSA
Varela pide explicaciones a la Subdelegación del Gobierno por sus mensajes anestésicos
03 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Vilagarcía se levantó ayer con una desagradable sorpresa entre manos. El delegado del Gobierno, Santiago Villanueva, despachaba en A Coruña el balance sobre los niveles de criminalidad del 2017 cuando de su informe se deslizó un dato que llama poderosamente la atención: la capital arousana fue, el año pasado, el municipio gallego que soportó una mayor incidencia delictiva, con una tasa del 40,3 (mide el número de infracciones penales por cada mil habitantes), que se sitúa trece puntos por encima del promedio de Galicia, 27,4, y supera en doce la media de la provincia de Pontevedra, un 28,4.
La preocupación del alcalde, Alberto Varela, ante semejante información fue evidente. El regidor socialista solicitó de inmediato una reunión urgente con la subdelegada del Gobierno en Pontevedra, Ana Ortiz, para analizar esta serie de datos. Pero, sobre todo, para pedirle explicaciones por los mensajes absolutamente contradictorios que la institución que dirige ha comunicado al gobierno municipal en sucesivas juntas locales de seguridad. Así, en agosto, Ortiz aseguraba que las tasas se mantenían en «niveles muy aceptables». Este tipo de razones fueron utilizadas también por su antecesor en el cargo, Antonio Coello, para descartar el refuerzo de la plantilla del Cuerpo Nacional de Policía en la ciudad, alegando que la ratio de agentes es la correcta y que Vilagarcía estaba en la media de las ciudades gallegas.
El número de delitos sexuales se duplicó
Más allá de la tasa de criminalidad en sí, la Secretaría de Estado de Seguridad, dependiente del Ministerio de Fomento, dispone de datos actualizados sobre el número de infracciones penales investigadas en los municipios con poblaciones superiores a los treinta mil habitantes. Por lo que respecta a Vilagarcía, una de las lecturas resulta verdaderamente preocupante y afecta al incremento de los delitos contra la libertad sexual, cuyo número se duplicó en el 2017 con respecto al año anterior.
Así, mientras en el 2016 se detectaron seis delitos sexuales, dos de ellos con penetración, en el 2017 la cifra creció hasta los trece casos, si bien ninguno de ellos se acompañó de penetración. Crece también el número de hurtos, que sumaron 469 casos y experimentaron un aumento del 6,8 %. No se produjeron homicidios ni asesinatos, pero sí un secuestro.
Entre el aspecto positivo del balance puede citarse el descenso de los robos con violencia e intimidación, así como el de los robos con fuerza en establecimientos, domicilios y otras instalaciones, que pasan de 148 a 63. Llama la atención, en este capítulo, la bajada de los asaltos a viviendas, que prácticamente menguan a una cuarta parte de los registrados en el 2016: 29 frente a 105. El mismo fenómeno se aprecia en las sustracciones de vehículos, puesto que se denunciaron once frente a las 17 del año anterior. Los episodios de tráfico de drogas se mantienen más o menos; ocho frente a siete.