El conselleiro de Educación promete evaluar la reforma de los baños de Carril

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

MARTINA MISER

Tras hablar con el alcalde, Román Rodríguez anuncia que un técnico valorará el coste de su renovación

01 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Sucedió hace meses, con los falsos techos de las aulas que colgaban de cintas de papel celo, y está a punto de suceder ahora, con la salubridad del agua que llega a los grifos del colegio de Carril. Ayer, tras mantener una conversación telefónica con el alcalde de Vilagarcía, Alberto Varela, el conselleiro de Educación se comprometió a evaluar el coste de la reforma integral de los baños del centro. Fue el gobierno municipal el que se encargó de transmitir el anuncio de Román Rodríguez, que de esta forma supera con mucho los pasos que hasta ahora había dado la jefatura territorial de su departamento en Pontevedra. Es más, su titular, César Pérez, encendió los ánimos de la comunidad escolar al cuestionar, en declaraciones radiofónicas, la denuncia presentada por la asociación de madres y padres de alumnos, a la que reprochó su falta de voluntad de diálogo. La AMPA respondió con documentación, mostrando los escritos sin respuesta que había dirigido a la consellería acerca de este problema.

El regidor socialista informó, de hecho, a Rodríguez acerca del malestar existente entre los padres del Rosalía de Castro por las opiniones que vertió su jefe territorial, pero también por el incumplimiento del compromiso adquirido hace meses acerca de la renovación de los maltrechos aseos del colegio. El agua que llega al centro tiene, en demasiadas ocasiones, un tinte entre naranja y amarillo, indica el AMPA. El martes por la tarde, cuando la presencia de cloro había recuperado sus niveles normales, el liquido que manaba de los grifos seguía conteniendo corpúsculos en suspensión, algo que no contribuyó, precisamente, a devolver la tranquilidad a la comunidad escolar de Carril.

Lo importante, en cualquier caso, es ahora el compromiso del conselleiro. Uno de los técnicos de su departamento visitará las instalaciones la semana que viene para inspeccionar la red y elaborar un informe sobre su estado que contribuirá a determinar qué obras es necesario acometer, así como su coste económico.

Entretanto, se mantienen en el colegio las directrices que la jefatura territorial transmitió el martes a la dirección del centro: la prohibición de consumir el agua que llega a los lavabos. En este sentido, el gobierno local reitera que continuará suministrando agua embotellada al Rosalía de Castro mientras la potabilidad del abastecimiento a través de la red no esté garantizada.

Situación «no alarmante»

El área de Sanidade Ambiental de la Xunta en Pontevedra apuntó ayer, en este sentido, que el resultado del primer análisis efectuado esta semana confirma que los niveles de cloro se han recuperado. Como quiera que las pruebas practicadas la semana pasada, tras la denuncia de los padres, demostraron que el cloro había desaparecido del agua, la consellería aguardará a tener en sus manos las conclusiones de la vertiente bacteriológica de los análisis que se evalúan en Lugo. De cualquier forma, sus responsables transmitieron a la asociación de padres que la situación «no es alarmante» y que el agua es potable, aunque la prudencia aconseja no beberla por ahora.

La AMPA exige transparencia mientras la Xunta apunta a la red municipal

Como era de esperar, las idas y vueltas acerca de los análisis han generado un clima de franca inquietud entre los padres de los alumnos, que quieren conocer al detalle las conclusiones de los dos análisis efectuados. Tanto el que la AMPA propició con su denuncia como el que ordenó la jefatura territorial de Educación. «Reclamamos transparencia, na auga e en todos os pasos que se están dando, porque o que está en xogo é a saúde e o benestar dos nosos fillos», afirma una de las portavoces del colectivo. La asociación cree que la oxidación de las tuberías puede ser la causa de que el agua salga turbia y de color anaranjado. Sanidade Ambiental, sin embargo, argumenta que la responsabilidad sobre la cloración corresponde a Espina y Delfín y al Concello.