Educación prohíbe el consumo del agua del grifo en el colegio de Carril

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

MARTINA MISER

La consellería toma muestras del suministro en el interior y en el exterior del centro

28 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Algo huele mal en Dinamarca, que cantarían Siniestro Total, parafraseando al mismísimo Hamlet. Ayer, un día después de que la asociación de madres y padres de alumnos del colegio de Carril hiciese pública su denuncia sobre los problemas de salubridad del suministro de agua en el centro, la jefatura territorial de la Consellería de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria en Pontevedra ordenó que ninguno de los chavales consuma el líquido que sale del grifo. La circular que la dirección entregó a las familias de los niños informa, literalmente, de que «ata novo aviso non se poderá beber auga da billa en ningunha dependencia do colexio».

Aunque el departamento autonómico subraya que con los datos existentes en la mano no puede concluirse que el agua no sea potable, sí entiende que la prudencia recomienda, como mínimo, que ningún miembro de la comunidad escolar utilice el agua, que recorre una instalación tan antigua como el propio colegio. Alrededor de 47 años que, aplicados a un sistema de suministro de agua en la Europa occidental, equivale a hablar poco menos que de la prehistoria.

Niveles normales de cloro

En cualquier caso, Educación se puso en contacto ayer con el servicio de inspección de la Consellería de Sanidade para que analizase la calidad del líquido que abastece al Rosalía de Castro. La jefatura explica que los operarios han acudido ya a tomar muestras, tanto en el interior del colegio como en el tramo de la red inmediatamente anterior a su conexión con la canalización del centro. Por lo que respecta al agua que llega a los lavabos de la escuela, la consellería confirma que los niveles de cloro son los normales. En cuanto a los resultados completos de las pruebas, estos no se conocerán hasta finales de semana.

Será entonces, con toda la información a su disposición, cuando Educación tome una decisión sobre el estado de las cañerías y la sustitución que exigen tanto la AMPA como el propio Concello de Vilagarcía, cuyos responsables intentaron ayer ponerse en contacto con el jefe territorial, César Pérez, de nuevo sin éxito. Algo que no fue obstáculo para que Ravella pusiese en marcha lo prometido el día anterior por el alcalde, el socialista Alberto Varela: el suministro de agua embotellada al centro.

¿Y si se precintan los baños?

Que existe un problema quedó claro en el momento en que los análisis previos, realizados por Espina y Delfín la semana pasada, señalaron que el agua que vertían los grifos no contenía cloro. Una vez purgadas las cañerías, los niveles recuperaron la normalidad en un par de días, luego algo sucede con la fontanería del Rosalía de Castro. La jefatura no se ha pronunciado aún sobre la reclamación de los padres acerca de la renovación de los baños, pero sí asegura que, aunque tengan que ser precintados, las clases se seguirían impartiendo.